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María reconsideraba el hecho de haberse pasado tres pueblos y medio cuando contestó a Puppet.

Porque, no vamos a engañarnos: Fue un poco brusca con el.

Pero ¿Cómo te pondrías tú si un "alguien" quiere y estaba a punto de matar a tu hermano? Y además cuando es la única persona que te queda.

María se estaba poniendo la ropa para ir al restaurante mientras su hermano dormía, necesitaría fuerzas para la noche, y ella no podía dormir.

Se puso una chaqueta vaquera y cogió un bolso para llevarse un libro y su móvil.

Y salió a darle los buenos días al sol.

*∙.𓅃﴿.∙*

María titubeó en entrar al local y enfrentarse a Puppet.

No le da miedo Puppet, le da algo de respeto: No sabía ni cómo había tenido las agallas de decirle eso a la cara.

Pero si tenía las agallas de retarle, tenía las agallas para disculparse.

Pero ella también necesita explicaciones ¿o no?

María, al entrar, se encontró con un Balloon Boy abrazado a sus piernas.

– ¡María! ¡Has venido!–exclamó felizmente el joven niño con una sonrisa de oreja a oreja.

María rió y se agachó.

– Hola B.B...–sonrió hacia el y le acarició la cabeza.

Por el rabillo del ojo pudo observar como la marioneta salía de su caja y le daba regalos a los niños.

María miró a Puppet sin discrepar en su decisión y sin disimular.

Él no la había visto, estaba ocupado con un niño, abriendo el regalo. Puppet se giró un momento y la miró. Ella simplemente se encogió de hombros y volvió a mirar al frente, pero cabizbaja.

Ballon Boy la agarró de la mano y la llevó al comedor.

– ¿Qué ha pasado ahí? Ayer no estabais así–dijo de mala gana B.B.

– Problemas de mayores, Balloon Boy...

– ¡Que tenga baja estatura no significa que tenga cinco años!–María lo miró sorprendida.

– ¿Cuántos años tienes?–preguntó María

– ¡No me cambies de tema!

María suspiró ante la insistencia de su amigo.

– Mira, lo que tengo que hacer ahora es hablar con Puppet, porque lo que ha pasado es que me he pasado a la hora de defender a alguien, y él me debe explicaciones.– El pequeño niño asintió con la cabeza.

– Te deseo suerte.– se sonrieron y Balloon Boy se fue al tiovivo.Ella se giró hacia las máquinas recreativas que tapaban la caja de Puppet.

Ella se puso recta y con paso seguro se acercó a su destino.

Aunque por dentro estuviese cagada de miedo.

Corazón De Metal © [Male!Puppet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora