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Por lo que sabía—lo había oído de Scott—, Puppet había dado pocas señales de vida desde ese incidente.

Por la parte de María, aplicó el método que utilizaba cuando alguien se moría: Hacía su rutina de siempre.

Su hermano siempre le dijo que la mejor manera de superar las pérdidas, cualquier pérdida, era mantenerte entretenida con lo que haces siempre. A él le funcionó cuando sus padres se fueron.

—Puedes llorar—le dijo—. El daño siempre es daño, pero el tiempo no se pone en pausa y es por ello que tu corazón tampoco debería ponerse en pausa. El no concentrarte en el tema te hace fuerte por saber sobrellevarlo: El dolor no te hace más fuerte, es la fuerza de voluntad lo que lo hace.

Ella al principio no estaba de acuerdo, pero probó cuando ocurrió todo el movidón con Adam y funcionó.

Dolía un poco hablar del tema, pero ese suceso ahora es parte suya porque la hizo pensar y aprender.

Seguía yendo a la pizzería, por supuesto.

Veía de vez en cuando a Puppet—a pesar de su inactividad—, por supuesto.

Pero era consciente de que con el tiempo pasaría.

Por el "lado positivo", pasó más tiempo con B.B y, además, Ann venía más seguido.

Ann no sabía de sus sentimientos por Puppet, por lo que al contarle lo sucedido se sorprendió un poco.

Aunque Ann era algo orgullosa, puesto que después de unos segundos de silencio, le contestó "Se veía venir", mientras asentía.

B.B se sorprendió bastante más al saberlo e intentó de todas las formas reunirlos de nuevo, que volviesen a ser amigos y dejarlo como un bache. Él no era experto en relaciones, pero siempre oyó que las relaciones avanzaban, en parte, gracias a esas "pequeñas discusiones".

María se caracteriza por ser una testaruda.

"No, no creo que sea buena idea". "Él no quiere saber nada de mi". "Sólo voy a ir a perder el tiempo".

Y este día era como todos los días desde la discusión.

—María...—la llamó Ann con desesperación.

—¿Qué? Estoy diciendo la verdad—contestó María mientras escribía en su libreta—. Él es el que no me ve como nada. Puppet no quiere ni ser mi amigo, a pesar de todo este tiempo.

—A ver...—B.B se encogió de hombros—. Te fuiste llorando antes de que pudiese decir algo. Además no dijo textualmente "no confío en ti" ni "no somos amigos, no me toques los botones"—dijo B.B, con miedo a la reacción de María.

—¡Esa boca, señorito!—le recriminó Ann—. Mis colegas hablan mejor que tú.

—Excepto Dave—interrumpió María con una sonrisa cínica.

Ixcipti Divi—la imitó Ann, mientras le sacaba la lengua. María rodó los ojos, con una sonrisa.

—Pero... ¿Enserio lo vas a dejar así?—preguntó B.B con algo de pena. María se encogió de hombros con algo de tristeza.

¿Quería que las cosas acabasen ahí? ¿Puppet sería un amor de verano que no pudo ser y ya está? Sus sentimientos eran más fuertes que eso y ella era consciente de ello.

—No me queda otra...—miró a la caja de refilón y pudo verlo jugar hablar con un niño, mientras le cobraba un peluche y le daba un regalo.

Entonces ella recordó el suyo. Lo cogió de su mochila y lo acarició con el pulgar.

Ann y B.B se miraron.

Corazón De Metal © [Male!Puppet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora