GRY

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Hacerlo fue más sencillo de lo que hubiera pensado. Todo lo que tuvo que hacer fue dejar la puerta entreabierta para que la humana escapara. Apostó a que la chica lo lograría, parecía ser fuerte e inteligente. Cuando la vio correr hacia la libertad un nudo en su estómago se apretó. Esperanza.

"Corre. Sálvate. Vive" Gritó mentalmente mientras veía a la muchacha alejarse cada vez más. Giró sobre sus talones para volver a sus ocupaciones y fingir que nada tenía que ver con la fuga.

Después de todo, los humanos a veces escapan, ¿no?... Como en las películas, no falta el que se las ingenia para abrir una cerradura, para hallar la salida, para huir de una manada de lobos hambrienta.

Pero esa no era una película.

Cuando la vieja descubrió que la muchacha no estaba envió a la manada a capturarla.

― Viva o muerta. No se pueden dejar cabos sueltos.

Gry pensó que lo lograría, pero cuando vio a Mitch encabezando la búsqueda, supo que la suerte de la chica había terminado.

Mitch la llevó consigo. Normalmente a Gry no se le permitía unirse al resto del grupo. Ella debía guardar sus energías para Mael. Pero esta vez Mitch le propuso un trato:

―Sé que lo hiciste. Dejaste la puerta abierta a propósito para que escapara. Mael va a estar muy disgustado contigo si se entera y mamá te castigará por ser tan estúpida. Así que vamos a jugar Gry, conviértete y encuéntrala primero, si lo haces, la dejaré marchar y no le contaré a nadie lo que hiciste. Si alguno de los hermanos llega primero entonces le devolveré el juguete a Mael.

―¿En serio vas a cumplir este trato? ―Gry sintió que la esperanza se renovaba en su interior.

―Por supuesto. Es algo sencillo, ¿no? Si se marcha, la manada se mudará antes de que la mujer traiga a los polis. Estamos alejados de la civilización, la chica tardará en llegar a WinterHill, si es que sobrevive a la madre naturaleza y lo logra. Además hay más humanos que podemos sacrificar la próxima luna llena. A nuestra madre le gusta exagerar, pero podemos dejar que esta escape. Obviamente tendremos que mudarnos, lo que implicaría dejar al Moonriver solo por un tiempo, cosa que fastidiará a Mael; pero tu sabes que los omegas no se alejan de sus manadas. Él no irá a ninguna parte, podemos volver por él después.

―Así que todo lo que tengo que hacer es encontrar a la muchacha antes.

―Sí. Si la encuentras primero, es tuya.

Gry miró a su alrededor. Mitch ya había enviado a los otros dos a buscar. Todo lo que tenía que hacer era cambiar, olfatear y llegar primero. Como omega tenía mejor olfato que los otros y su velocidad solo superada por el alfa, Mael. Podía lograrlo. Podía darle a la mujer la oportunidad de sobrevivir. Se dirigió al a un lugar y se despojó de la ropa, entonces echó a correr.

Se detuvo para olfatear. Pudo sentir el aroma débil en el viento. Cambió de dirección, la muchacha había huido hacia el este. Tonta, si fuera al oeste tendría más posibilidades de llegar al río y ganar tiempo usando el agua para atenuar su olor. Pero eso solo lo sabría si fuera werewolf. Corrió deteniéndose de vez en cuando para comprobar el rastro. Sus hermanos de manada llevaban la ventaja y ya habían pasado por allí.

Más esfuerzo, una ruta para cortar camino y acercarse a la humana. Debía salvarla. ¿Por qué? No porque fueran amigas. No porque fuera una buena chica. Su pasado no le importaba, tampoco su nombre o quien era en el mundo humano. Debía salvarla porque así podía demostrarse a sí misma que podía ser mejor que el resto de su manada. Podía demostrar que era capaz de rebelarse contra ellos. Mael la perdonaría, quizá la castigara de una u otra forma, pero la perdonaría porque la amaba. Se lo decía siempre. Ella quería creer en eso. Mitch le había dado su palabra, si llegaba primero la humana sería libre.

LUNA MENGUANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora