Querido desconocido . ¡¡TERMINADA!!

Capítulo 4.-

Los días pasan y continuo esperando una carta que no llegaba, me pasaba las tardes escapando de mis padres para poder revisar el buzón y tomar la carta, pero aún no había sido mandada, o por lo menos aún no llegaba.

-Cat- musitó Dylan mientras me arrastraba por el pasillo.

-¿Qué sucede?- pregunto inocentemente.

-Acabo de encontrar esto- dice mostrándome un sobre.- Dice que es para ti pero, ¿quién te manda cartas?- preguntó serio. Tragué saliva antes de contestar.

-Un amigo- respondí evasiva.- Por favor dámela, es el único amigo que tengo- rogué.

-Está bien.- respondió.- Pero ten cuidado.

Me dio el sobre y rápidamente corrí hacia mi habitación, cerré la puerta con llave y me tiré sobre la cama para poder leerla a gusto. Me sentía nerviosa y emocionada, y ambos sentimientos eran nuevos en mí, sentía la necesidad de leerla cuando antes.

31/01/2009

“Querida Castlevania.

¿Puedo llamarte así? Sé que es el nombre de un videojuego, pero a la vez, suena como el nombre de una princesa del lejano oriente, es el nombre para una chica linda y de sentimientos puros e indefensos, es perfecto para ti.

Respondiendo a tu pregunta, mi nombre es Dan, no diré mis apellidos porque en una amistad no se necesitan, sobretodo en una amistad como la nuestra.

No había tenido tiempo de contestar tu carta, puesto que estoy muy ocupado en lo que mi carrera concierne, eh tenido que desvelarme muchos días seguidos, y madrugar muchos días también, me siento agotado… cansado. Pero dime, ¿cómo te sientes tú? ¿Cómo va todo con tu familia? Espero que bien, y que pronto todo mejore por el bien de todos.

Si te preguntas ¿Qué es lo que estudio? Bueno, la respuesta es fácil, estudio psicología para poder ayudar a personas como tú que han caído en un gran pozo profundo de tristeza infinita y que aún no saben cómo salir de ahí, mi trabajo es ayudarlos a encontrar la salida, y hacerles saber que tarde o temprano, la felicidad llegará a ellos.

Mi vida es normal, tengo hermanas mayores y arios sobrinos, mis padres son médicos especializados al igual que el resto de mis hermanos, soy simple y normal, pero me gusta como soy, y sé que a ti también te gustaría.

Me despido de ti, no sin antes mandarte un fuerte abrazo, y desearte una vida maravillosa, si quieres seguir platicando conmigo, deja tu carta en el mismo lugar, prometo responder lo más pronto posible.

Con amor, Dan.”

Salté de la cama sin siquiera darme cuenta de lo que hacía, me sentía completamente feliz de que él compartiera una parte de su vida conmigo a pesar de no conocerme del todo, me sentía especial al tenerlo para mí, y tener a quien contarle mi vida o mis más oscuros secretos.

Sentía una rara felicidad que no hacía experimentado en un largo tiempo.

Era verdaderamente feliz.

Dylan llamó para que bajara a cenar, ese día lo hicimos en familia, los cuatro juntos. Y a pesar de que mis padres estaban con sus celulares en mano y nadie decía nada, mucho menos nos preguntaban cómo nos había ido en el día, me sentí bien. Bien, a pesar de que nos ignoraban, Dan me estaba dando motivos para vivir, su amistad me hacía sentir bien del todo, y sabía que aunque tal vez nunca lo conocería, el estaría ahí para siempre, tras ese pedazo de papel escrito en letra cursiva, porque en ocasiones no es necesario demostrarse personalmente cuando te importa alguien, a veces solo se necesita decirlo, de cualquier forma.

Y yo había encontrado la mía.