HIM || vkook

Prólogo

A los diez años, TaeHyung recibió su runa de Ángel, rasgada con solemnidad en su brazo derecho. No era solo una marca con apariencia a tinta negra sobre piel, era una marca de destino, de guerra y sacrificio. Algo que nunca creyó que se volvería el único motor en su vida, que al mirar esa marca maldeciría el día en que nació con sangre angelical, el día que tomó la decisión de nunca perseguir un futuro humano.

Kim TaeHyung, el cazador de sombras más hábil que ha tenido La Clave alguna vez, una sombra más alla de la luz, era una fuerza imparable. A los ocho años ya dominaba el arco y el cuchillo con una precisión mortal, y sus habilidades con la espada de serafín eran inhumanas. No era un niño, nunca lo fué, nació y creció con un solo objetivo, un guerrero forjado en la brutalidad de un mundo que no perdona.

Sus padres murieron atrapados por un demonio rapiñador, encontrados desmembrados y desangrados, víctimas de una emboscada que destruyó el corazón de un pequeño, hizo que sus ojos derramarán sangre, sangre tan oscura y espesa que rompería el corazón de cualquier ángel. Desde entonces, TaeHyung vivía con una rabia fría, un fuego que nunca se apagaba.

Pero nada, ni nadie logró prepararlo para la sombra que estaba por caer en sus hombros, un mundano, un humano sin poder, que desafiaba las reglas escritas en sangre.

JKILLER

No solo mataba criaturas de las sombras; las torturaba con una violencia cruel y meticulosa. Lobos con runas quemadas en la carne hasta dejarles cicatrices imborrables, vampiros colgados al sol hasta que la piel se derretía, humanos destrozados en rituales de horror indecible.

No dejaba rastros, ni un cabo suelto, ninguna huella, nada, solo cuerpos mutilados, ojos vacíos y un silencio aterrador que precedía la muerte.

El submundo pretendía lanzar una guerra hacía los ángeles, nadie más podría torturar como ellos, pero a los ojos de Taehyung..

¿Cómo podía un simple mundano sembrar el caos entre cazadores y sombras?

TaeHyung no cazaba solo. Un ángel, seguía cada movimiento de JKiller como una sombra silenciosa. Con un solo llamado, YoonGi iluminaba los rincones más oscuros donde acechaba la amenaza.

Pero JKiller no invocaba ángeles, jamás lograría atraparlo. Él convocaba demonios con nombres que hacían temblar incluso a los más valientes.