La Cueva del Espantapájaros (Compendio #1)

Luna

Se lo explicaron tres veces pero seguía sin tener sentido.

Por suerte, no era la única que no comprendía la historia de Joshua y Bruno, sino que los demás parecían igual de asombrados que ella al intentar entender cómo una persona rejuveneció al tiempo que envejecía a otra.

Pero a juzgar por la mirada de pena en el rostro de Ángel, supo que no había lugar a la duda. El hombre anciano que estaba entre ellos era su amigo.

Tras derrotar al espantapájaros, junto con Ángel, buscaron a Valeria y a Melissa para decirles que había llegado el momento de pedir ayuda. La puerta se cerró y no encontraban forma de abrirla nuevamente.

Pudieron convencer al coordinador que algo sucedía y los acompañó, entre murmullos molestos e insultos camuflados, hasta el depósito detrás de la casa de campo. Pero para sorpresa de todos, la puerta ya estaba abierta. Nada más que al descender, se encontraron con Lucas, Julio, Joshua, Bruno y un anciano que se llamaba Max.

Edgar, que se debatía entre creerlos o tratarlos de malvados por gastarle una broma, finalmente tomó la primera decisión coherente y decidió aceptar la historia que le ofrecían.

- De acuerdo, este chico necesita atención médica - dijo, entonces. - Por más que sea cierto que un brujo o un mago lo convirtió en anciano para volverse joven, lo principal será que reciba atención médica. ¿Estamos todos de acuerdo?

Todos asintieron.

- Los médicos no van a encontrar la forma para que yo vuelva a ser joven - se quejó Max. Su voz era temblorosa. - ¡Tienen que encontrar al anciano desgraciado que me besó y decirle que me devuelva mi juventud!

- Lo bueno es que en un asilo, pasará por demente - afirmó Melissa.

A Luna no le parecía una buena noticia, pero Edgar pareció gustarle esa idea.

Lucas, un poco al margen del debate sobre Max, buscaba entre una enorme cantidad de hojas lo que parecía ser una respuesta.

- Lo que habitaba en la cueva del espantapájaros era un Drenador - dijo el chico, volviéndose hacia el resto del grupo. - Es una especie de vampiro, excepto que en lugar de obtener vida por medio de la sangre, lo hace con la juventud. No son seres letales, puesto que no acaban con la vida de la persona, pero sí lo llevan hacia la tercera edad.

- Este donador... - dijo Melissa.

- Drenador - la corrigió Lucas.

- Eso. ¿Cuántos años tiene?

- Pueden ser inmortales - afirmó Lucas. - Inmortales en el sentido de que siempre se mantienen jóvenes, pero fuera de eso, son vulnerables como cualquier ser humano.

- ¿Y si lo encontráramos? - preguntó Valeria. - Si lo cazáramos y le diéramos muerte, ¿podría revertir el hechizo que hay sobre Max?

- No hay hechizo sobre Max - dijo Lucas. - No fue magia. Fue simplemente una especie de habilidad.

- Pero cuando encontramos a Zack, estaba viejo - afirmó Joshua. - Se convirtió en joven después de besar a Max. Si él pudo volverse joven, tal vez pueda pasar lo mismo con él.

Lucas se encogió en hombros.

- Tendríamos que preguntárselo - comentó Lucas. - Pero no creo que se encuentre tan ansioso de compartir su secreto.

- A todo esto, ¿qué haces tú aquí? - le dijo Edgar a Lucas. - No eres de este equipo.

Luna puso los ojos en blanco. No podía creer que en semejante temática, el coordinador estuviera concentrado en un detalle tan superficial.

- Ahora sí pertenezco - afirmó Lucas, con una sonrisa desafiante.