Mirada

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Y como un instante demasiado cliché y por demás estúpido,  sus miradas se cruzaron.

Miguel dejó de tocar por un momento,  se distrajo completamente al ver a Hiro  en esas condiciones, lo tenía desconcertado.
 Hiro le había comentado por mensajes que había tenido un pequeño accidente en su motocicleta, pero esas extremidades enyesadas no parecen de algún incidente pequeño. El caminar mal y con  muecas de dolor no son algo que esperas observar al volver a encontrarte con un buen amigo después de unos meses. 

Marco le tocó ligeramente el hombro a su hermano al notarlo distraído, Miguel sonrío rápidamente y siguió con su parte de la letra en la canción que estaban interpretando en ese momento, pero la vista de Miguel no se alejaba ni un momento de Hiro .

Hiro sabía que Miguel había llegado para un nuevo semestre en San Fransokyo pero aún no estaba preparado para ver lo de un día para otro en el café de su tía lugar donde él pensó que no lo encontraría y podría descansar sin verle hasta no tener yeso en una de las piernas. Ahora ya era tarde para irse del lugar y ocultar sus heridas de Miguel, el escapar de todas sus preguntas ya no era opción ahora, estaba tal vez un poco jodido pero el tenerlo ahí, cantando y disfrutando la nueva ciudad al lado de su hermano le era una imagen muy bella, quisiera poder sacar el celular en ese momento pero recordó con calma que Baymax seguro tendría todo guardado y dejó pasar aquel impulso dejándose llevar por la voz de Miguel. 

Soltó un suspiro audible que descolocó un poco a  su hermano y amigos que en ese momento estaban entrando a su lado. Honey le sonrió a Marco y a  Miguel como saludo mientras trataba de alcanzar a la Tía Cass para ayudarle a servir cafés en el lugar, estaba abarrotado aunque sólo fueran los dos mexicanos los que se llevaran la atención en ese momento. 

El ver como la gente se tomaba aunque sea un respiro de sus ajetreadas vidas para entrar al café y escuchar un poco a los Rivera era algo que casi no se veía en los alrededores, por lo general las mañanas se encontraban tranquilas  y en las noches la ciudad tomaba otra forma, todo aquello era lo que hacía a la Metrópoli tan interesante para todos, justo ahora, con la llegada de los hermanos Rivera se podría respirar nuevos aires con los viajeros.

—Veo que Miguel y Marco llenaron el lugar— Mencionó Honey mientras tomaba de las manos la charola que traía Cass con dificultad y ella agradecía con una sonrisa aliviada el gesto. 

—¿Ya conociste al hermano de Marco? son igualitos, son un amor de jóvenes, se ofrecieron a ayudarme después de tocar.— Mencionó mientras volvía a entrar a la cocina por más café que Kyle ya tenía listo en la barra. 

—Sí, Miguel también es un amor, los conozco de niños. No han cambiado nada, siempre felices, cantando a la vida, desde que su familia los dejó tocar.— Honey comenzó a repartir unas cuantas órdenes que estaban ya anotadas en los cafés mientras seguía hablando con la tía de los Hamada.

  —No entiendo, ¿no ellos vienen de una familia de músicos? —

  —Se puede decir que es una larga historia, pero quizá ellos quieran quedarse a cenar para contarla— Honey mencionó por lo bajo mientras observaba como Hiro caminaba sin despegarle la mirada a Miguel, una mirada bobalicona y tierna como la que suele tener Tadashi cuando le ve.

Hiro buscó un lugar para seguir escuchando a Miguel cantar, él y su hermano mientras cantaban en cualquier lugar,  se apoderaban de los escenarios por más improvisados que sean. Son como dioses tomando el lugar que les pertenece,  en medio de tanta gente, robando corazones y sonrisas a cualquier lugar que van. 

"Es oficial, una sola sonrisa de Miguel podría detener el ciclo de Krebs y a nadie le importaría en o absoluto" Pensó Hiro mientras sonreía cada que Miguel miraba en su dirección, o por lo menos estaba pensando en que efectivamente le sonreía a él. "¿Es en serio Hiro, el ciclo de Krebs? Qué Nerd eres" 

La Vuelta Al Mundo [Higuel;Hiroguel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora