Has sido tú

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Los hermanos llegaron en menos tiempo de lo que se esperaba al Lucky Cat, aquel lugar se veía sencillo en comparación de los altos edificios llenos de tecnología, una amable mujer les recibió con un abrazo tan fuerte que hizo que Miguel recordara ...

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Los hermanos llegaron en menos tiempo de lo que se esperaba al Lucky Cat, aquel lugar se veía sencillo en comparación de los altos edificios llenos de tecnología, una amable mujer les recibió con un abrazo tan fuerte que hizo que Miguel recordara los abrazos de toda su familia. Cass, como decía que se llamaba; estaba esperándoles con gusto.  

Marco se dirigió con rapidez a la cocina para observar como Kyle maniobraba con agilidad cualquier cosa que estuviera en su estación, no cabía duda de que el moreno  amaba verlo manejar su elemento con gracia y elegancia suficiente.

Miguel platicó un poco con la señorita Cass, ésta le contó que tenía dos sobrinos, ambos ya profesores en la universidad y que cada que podían llegaban al café a verle con sus amigos o a ayudarle con las labores y gastos del café y de la casa. 

—Te parece si tocamos algo?— Mencionó Marco saliendo de la cocina con una sonrisa  satisfecha, señal de que había molestado o alegrado a Kyle de alguna manera.

—¿Un cover como en los viejos tiempos?— Miguel miró con duda a su hermano, era obvio que moría por escuchar música nueva de su parte, pero esperaría lo necesario para que éste se decidiera a mostrarle todo el avance. 

Marco sonrió carismático hacia la gente que los estaba observando con curiosidad mientras ajustaban sus instrumentos, mientras tanto la señorita Cass iba dando una breve introducción de que Miguel y Marco tocarían en el Café por unos días a la semana. Los instrumentos estaban afinados, y los dos estaban listos para aquello que les esperaba.

—Ook, entonces prepárate para revivir cuando le cantábamos esto a mamá— Marco comenzó con unos acordes sencillos en la guitarra mientras que hacía un poco de requinteo, Miguel miró a su hermano con emoción, sin duda esa tonada le traía recuerdos de cuando solían armonizar para su madre mientras se encontraba haciendo las tareas del hogar, tomando aquello como pretexto para ensayar un poco con las guitarras.

Nunca hemos sido los guapos del barrio, Siempre hemos sido una cosa normal— Miguel comenzó a cantar con su afinada voz mientras Marco sonreía paciente, amaba volver a ser feliz. 

Ni mucho, ni poco, ni para comerse el coco... Oye yo ya te digo una cosa normal — Marco seguía de cerca a su hermano, con los años habían ambos aprendido a acoplarse el uno con el otro, sobre todo en aquellas canciones que le encantaban a su madre.

Y ahora vamos a las discotecas  Si no tienes cuidado te muerden las piernas— Miguel hacía gestos con la cara que hacían que todo el público se interesara en ambos, no importaba el idioma, lo que se usaba era la música.

Bebes un poco, te haces el loco...Ves a una niña disimular—  Marco se recargaba de vez en vez de la barra donde podía observar con ligereza el trasero de su novio menearse por toda la cocina. 

Has sido tú, que crees que no te he visto... Has sido tú, chica cocodrilo— Ambos cantaban al unísono mientras ajustaban los altos y bajos entre ellos, logrando una armonía perfecta entre aquellas voces tan bien educadas con los años.

Has sido tú, la que me dio el mordisco... Has sido tú ú ú ú, Wow!— Ambos sonreían mientras cantaban, las armonías y el público presente estaban al compás de cada movimiento de los Rivera.

Yo no hago más que mirarme al espejo— Marco le hacía señas a Miguel en un modo dramático y teatral que hacía que el público riera  ente ello.

Yo la verdad no me encuentro pa' tanto— Miguel sonreía y hacía que las personas presentes acompañaran con las palmas.

Me encuentro simpático,— Marco sonreía mientras mandaba guiños a las cámaras de las personas y trataba de verse galán y coqueto.

un poco maniático— Miguel cantaba repondiéndole todo a Marco, el que siempre le contestaba con gestos cada vez más teatrales y graciosos.

Quizás de este lado un poquito mejor— Mientras Marco cantaba mirando a la gente, queriendo respirar de nuevo la libertad, amaba los viejos tiempos, o por lo menos algo de aquello.

Pero ya te digo no sé lo que pasa— 

Y todos los días me escriben mil cartas

Llaman a mi casa, luego no hablan Sólo se oyen risas, tengo que colgar— Miguel caminaba entre las mesas mientras sonreía a las personas que le grababan o trataban de saludarle con cierta alegría 

Has sido tú, que crees que no te he visto Has sido tú, chica cocodrilo—Cuando los hermanos terminaron, pudieron notar que las personas aplaudían y preguntaban por más canciones, sin duda les había encantado el pequeño show que hicieron en aquel café de la esquina.

—Muy bien y ahora, como siguiente número alguien tiene una propuesta? Si nos la sabemos la cantamos, no somos malos.—

Las personas que se encontraban en el lugar ahora forcejeaban para entrar en aquel café de la ciudad. Las canciones de ambos hermanos inundaban el lugar con la alegría carnavalesca  que solo ellos podrían traer de un lugar como México, sin duda eran la atracción principal en aquella avenida  concurrida, llena de personas que corren ajetreadas tratando de llegar a tiempo o con anticipación a su trabajo, pero ellos hacían que nada de eso importara ya y se quedaran aunque sea por una canción o dos. Como si el tiempo se detuviera con sus canntos de sirena. 

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Y como si fuera una simple coincidencia, estaba recién entrando el chino de los ojitos bonitos en el campo de visión del Rivera menor. 

Todo aquello que pensaba que no valía la pena, de un momento a otro comenzó a tener sentido, Hiro tenía un brazo enyesado y con el otro trataba de mover con dificultad un bastón que le ayudaba a no apoyar una de sus piernas que estaba vendada en la parte del tobillo.

Aquella noche de héroe le costó un esguince en el hombro y una leve torcedura en el tobillo. Razón por la cual no le había mandado nada a Miguel, no quería alarmarle y tampoco es como si quisiera que su condición de héroe quedara al descubierto.

"Sólo tengo un brazo vendado" Al parecer era una mentirilla blanca para no hacer que el moreno se alarmara, mala idea de parte del Hamada, pero... incluso con aquello fue un alivio escucharlo cantar de nuevo cerca suyo.

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Sé muy bien que este capítulo está demasiado corto pero es que había tenido tantos bloqueos que ni siquiera sabía si seguir o no, la verdad agradezco sus votos y algunos comentarios que la verdad ya me daba hasta pena contestar (por aquello de que no actualizaba), aunque es poco quiero seguir para terminar con esto, espero que a partir de aquí si pueda publicar cada semana como antes y esta vez con capítulos que si valgan la pena... 

Pero díganme si les gustó o no :c

Y de verdad perdón por esta larga ausencia aquí 

La Vuelta Al Mundo [Higuel;Hiroguel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora