Cicatrices - BTS

029

Después de aquella noche no pasó nada fuera de lugar. Viajamos a Tailandia, se dieron conciertos y yo aproveché con Hye para hacer el papel de turista. Después de Tailandia fue China. Mi estancia en este último se me pasó rápido pues todos estábamos ocupados entre las entrevistas, los conciertos y las prácticas.

Actualmente nos hallábamos en el vuelo de vuelta a Corea del Sur. Mi asiento estaba pegado a la ventana y al lado del de Hye. Delante nuestra estaban Jin y Rap Monster, detrás J-Hope y Suga.

En un intento de entretenerme dibujé a Hye mirando el móvil en mi cuaderno. Era un boceto rápido, para nada detallado y, en mi opinión, como no podía pintarlo me resultaba aburrido. Así que bostecé, guardé las cosas en mi bolso y apoyé mi cabeza sobre la ventana. Observé las nubes, me detuve a contemplar sus diversos colores que habían en sus sombras, me detuve a a mirarlas pasar mientras que el sueño me iba ganando, poco a poco, hasta que cerré los ojos y me quedé dormida.

Después de dos horas, volví a despertarme por el dolor del cuello. Jadeé por ello y me di cuenta de que Hye me miraba. Cuando vi sus ojos pude notar la misma preocupación que había tenido el día de la pesadilla. Le dije que estaba bien, que solo me dolía el cuello por la mala posición y ella me dio una almohada de las que se enrollan en tu cuello.

—Gracias—murmuré.

Ella me sonrió y me devolvió un de nada.

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El viaje fue aburrido, cansado y lento. Y aunque ahora estuviera tranquila, en algún momento del día volvería a sentir la sensación de agobio y miedo. Eso pasaría a la hora de aterrizar; madre podría estar fuera, esperando. Así que le supliqué a Hye que no se fuera y que se quedara conmigo hasta que viniera Kwan a por mí. Ella aceptó hacerlo y esperamos fuera, cuando todos estaban yendo a sus respectivos coches de camino a casa. Pero antes de irse se despidieron.

Recibí varios abrazos por parte de Namjoon, Jin y Hoseok. Otros se despidieron con la mano. Pero mientras pasaba todo eso, yo estaba distraída y en guardia. Con la vista fija en la lejanía y en todas partes, esperando, ansiosa, por la llegada de Kwan y, si era posible, de Young. Y todo eso con la agradable compañía de Hye. Sin embargo, notaba mi inseguridad salir poco a poco, mi nerviosismo recorrer cada extremidad de mi cuerpo; sentía frío y tenía la sensación de que iba a llover. Estaba empezando a irme de mí cuanto más tiempo estuviera obsesionada con el increíble miedo que le tengo a mi madre. Y hasta tal punto comenzó a ser que antes de que Jungkook se fuera, dijo en voz alta:

—¿Estás bien, noona?

Y, obviamente, esa preguntó llamó la atención de algunos. Así como la de Hye, Hoseok, Namjoon y Suga. 

—Sí, solo estoy algo ansiosa por ver a Young. Kwan está tardando en llegar—dije lo más disimulada que pude.

Hoseok sonrió y añadió de que no tenía nada de qué preocuparme, que seguramente ellos también estarían ansiosos de verme.

Yo no dije nada más, sobre todo porque sentí un golpe a mi espalda y un pequeño quejido de una mujer. Me giré para ver qué había ocurrido y resultaba que alguien se había chocado conmigo por estar mirando el móvil. Cuando vi su cara me congelé, noté la sangre de mi cuerpo fría, me sentí helada, estática, en shock. Cuando vi que su mirada se fijaba en mí quise desaparecer, cuando vislumbré su asquerosa sonrisa quise gritar, cuando vi que los demás la ayudaban a recoger sus cosas sentí repugnancia; porque estaban ayudando a un monstruo.

—Gracias—dijo su malévola voz. 

Y entonces mi pesadilla se volvió real, porque se dirigió a mí y escuché que murmuraba mi nombre; a pesar de que en voz alta ella había pedido perdón. Pero eso a mí no me importaba. Lo que me afectaba era su falsa expresión y el hecho de que me cogía del brazo. Me agarré con fuerza a Hye, ella me observó, pero yo estaba demasiado ocupada en no quitarle un ojo de encima a mi madre. Sabía que le estaba haciendo daño a Hye y escuchaba sus quejas, pero yo no podía simplemente soltarla; tenía miedo de que mi madre me llevara. Entonces noté el tirón de mamá y empecé a mirar con desespero a los demás.

—¡¿Dónde está Kwan?!—casi grité, mientras el demonio trataba de tirar de mí.

Ninguno de ellos entendía lo que estaba pasando, lo veía en sus caras. Así que volví a repetir la misma pregunta hasta que escuché la voz de Kwan.

—¡Estoy aquí!— respondió mientras venía corriendo en mi dirección.

Cuando me alcanzó tiró del brazo a la que mi madre estaba sujeta y me solté de Hye. Lo siguiente que supe era que estaba en el coche llorando y de camino a casa.

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Jelou, it's me.

¿Cómo estáis? Espero que bien, porque yo estoy ansiosa por el comeback de los beteese. Además de que es posible que se retrasen los capítulos debido a problemas con el mierda internet C:

Att: Nera Lala.