Cicatrices - BTS

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Hoy sería un día casi igual al de ayer; no entraría a trabajar hasta después del mediodía debido a que BTS estaría con las prácticas. Y eso era algo que agradecía de su agitada agenda debido a que era una dormilona de pies a cabeza, y aún lo soy. ¿Qué puedo decir? Dormir siempre ha sido uno de los mejores placeres que hay en el mundo. Bueno, dormir y comer. 

Suspiré. Estaba tumbada en la cama, abrazada a mi almohada mientras miraba el techo. No quería levantarme ya que unas fantásticas sábanas me lo impedían, pero debía hacerlo o si no me volvería a quedar dormida. El despertador hizo sonar la segunda alarma que nada más escucharla corrí a apagarla. Eran las 10:00 pm.

Con un gran pesar y con mucho tiempo, por fin, conseguí levantarme de la cama. Y al hacerlo me sentí vacía. Por un corto tiempo no sabía qué hacer y qué aprovechar en este tiempo, pues tenía varias opciones: podía quedarme ahí, sentada, podía continuar con el proyecto de la universidad, podía pintar, desayunar o...escuchar el CD que me había dado ayer Suga. De hecho, podía hacer varias cosas a la vez... Suspiré. Algo que tenía claro sería desayunar así que primero me decanté a salir de mi habitación e ir a la cocina. Y en cuanto llegué me fui a preparar mis cereales. Cogí un tazón, lo llené de leche y después cereales, lo puse en el microondas para que se calentara y, por último, le eché miel por encima. Cogí un cuchara, me senté en la barra y comí mientras revisaba mi teléfono.

Había algo que tenía que aclarar en el momento y era que Kwan y mi hermana no estaban en casa; se habían ido al médico a una revisión.

En cuanto terminé lavé el tazón y volví a subirme a mi habitación para cambiarme. A continuación bajé con el portátil en mano, lo encendí y lo dejé sobre la mesa de cristal que estaba frente al sofá. Me acerqué a la pequeña parte del salón que estaba reservada para yo poder pintar donde se encontraba varios blocs de dibujo de diferentes tamaños, un caballete, varios lienzos y dos cajas con diferentes tipos de pinturas. Cogí un bloc de dibujo cuya hoja era A4 y nuevamente me dirigí al sofá. En el portátil coloqué el CD que había traído con el pc y esperé a que la música sonara. Mientras me ponía a trabajar con el diseño que quería para el proyecto de la universidad prestaba, al mismo tiempo, atención a las letras de las canciones.

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Cuando me tocaba irme dejé las canciones por la mitad del álbum, cerré el bloc casi al final del dibujo y lo guardé. Me llevé el portátil a mi cuarto y lo dejé sobre mi escritorio. Después me puse los zapatos, me abrigué con mi chaquetón, cogí mi bolso y salí de casa. Llegué justo a las 12:00 pm, señal de que no llegaba tarde sino a tiempo. Haría lo mismo que los anteriores días, directo a los camerinos donde se suponen que ahora deberían estar vestidos con la ropa para un nuevo comercial mientras me esperaba Jin. Sí, hoy me tocaba maquillarle y me sentía agradecida. Cuando ayer recibí el mensaje de Hye sobre que me tocaba a él me sentí feliz y tranquila. Relajada. La cosa es que yo ya había hablado con él y no me había sentido incómoda.

Entré en los camerinos y fue ver Jin sentado en su sitio, listo para ser maquillado, mientras se reía porque los otros se peleaban por una tontería que sinceramente no me interesaba. Los saludé y ellos hicieron lo mismo con una sonrisa en sus rostros; parecían que hoy estaban más animados que otros días. No sé porqué, pero tenía la sensación de que algo bueno les acababa de ocurrir. Así que, en cuanto me coloqué en frente de Jin no dudé en preguntar.

—¿Ha ocurrido algo?

No lo entendí, pero Jin ensanchó su sonrisa.

—¿Tanto se nota?

—Un poco (mucho)...— le dije.