Una Princesa Con Poderes 2

13. Estarán bien

Abrí de más los ojos al escucharla.

Era una Weasley.

Mi mirada pasaba de George a ella, pera ser más específicos, sólo veía sus cabellos, no creía que una Weasley fuera rubia. Hice un repaso mental de los hermanos de George que conocía y todos eran pelirrojos, sin excepción y sin contarla a ella.

—¿Q-qué? —logre preguntar.

—No le hagas caso Sam, ella no es una Weasley.

—¡Si soy una Weasley! —reclamo como si de una niña pequeña se tratara.

—Eres una Fitzgerald —George rodó los ojos —. Es mi prima.

—¿Prima?

—Si, soy su prima pero es como si fuera su hermana. Crecimos juntos y mis tíos me criaron.

—Entonces por eso le dijiste papá a él señor Weasley.

—Siempre te he dicho que me digas Arthur, Sam —el señor Weasley llegó hasta mí y pasó un brazo sobre mi hombro.

—Y dime, Sam —Venus me mira despectivamente haciendo que me ponga algo incómoda —. ¿Cómo consiste a mis primos?

—Los conocí por Hogwarts —sonrió y George me toma de la mano.

Veo como ella quiere decir algo pero cierra la boca cuando el grito de alguien hace que George y yo cerremos los ojos mientras nos giramos en la dirección de los gritos.

—¡Samantha Alicia Petters Grey! ¿¡Donde rayos te habías metido engendro del mal!? —llega hasta nosotros con un libro en manos y con las puntas de su cabello levemente rojas.

—Yo mejor me voy —el señor Weasley escapa. Todos sabían que no es bueno estar presente cuando mi mamá o la señora Weasley están enojadas; por lo general los que escapamos de los regaños somos los gemelos, Sirius, Remus, el señor Weasley cuando está y Tonks.

Venus se había quedado con una sonrisa. George me agarro la mano y mi mamá me entregó el libro que tenía.

—¿Qué es esto? —frunci el ceño mientras miraba el libro.

—Esto, señorita, es el libro real. Te dice todo sobre las familias reales y sus herederos, también dice que están haciendo. Como si fuera un diario —la miré fijamente —. Max debe de estar ahí.

—¿Es enserio? —estaba por abrir el libro cuando puso una pluma sobre la portada del libro —. ¿Ahora?

—Tienes que practicar, tiene que ser uno con otra uno por lo menos.

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El día de que Harry fuera al Ministerio por su visita disciplinaria llegó y con ella los ajedreos de la señora Weasley durante la noche previa y todo el día de la visita. La mujer parecía que moriría por los nervios, no dejaba de mirar el reloj esperando la hora de que su querido Harry regresará con su esposo. Aunque, claramente, estaba más preocupada por Harry que por el señor Weasley.

—Molly, tranquilizate. En cualquier momento regresarán y te aseguro que será con buenas noticias —mi mamá trataba de calmar a la señora Weasley. Mi mamá no estaba tan segura de sus palabras, estoy segura que lo dijo esperando convencerse a sí misma de que Harry no tendrá un veredicto grave.

Estaba molestando a Sirius, no encontraba otra cosa que hacer. La verdad es que, para este punto del día, todos habíamos pausado nuestras actividades y nos encontrábamos en la cocina de la casa.