Capítulo 8: Te quiero

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Hola hola!!!!! jajajaja bueno normalmente publico a la semana y esta vez se me pasó un pelín, mil perdones, espero que os vaya gustando la historia. Por cierto hoy me voy de vacaciones así que tardaré más de ocho días en publicar así disfrutar este capítulo

y recordas... ESTRELLITA, VOTO, Y COMENTARIO!! besines

Capítulo 8: Te quiero

- idiota - Dije golpeando su mano para llamar su atención - ¿Puedes prestarme atención? - Él me sonrió en respuesta a mi pregunta.

Yo estaba en la biblioteca intentando explicar al Karateka unos ejercicios de Matemáticas, pero que no cunda el pánico, lo hacía contra mi voluntad. Después de que me pillasen infragganti el profesor le contó al director sobre mi maleducada actitud hacia el todo poderoso Rockero, y dictaminaron que mi castigo era ser tutora en todo lo que quedaba de año de ese endiablado chico. Me hubiese gustado limpiar los retretes, pero desde un lado positivo al menos repasaba la materia.

- Paso - Me respondió levantándose de la silla y comenzando a caminar por los pasillos. Esto se iba de las manos y podía sentirlo. Me levanté rápida y le seguí, pero había perdido su rastro. Busque sección por sección hasta dar con él.  

El Karateka abrazaba a alguien entre sus brazos, puta mierda, ¿él no podía parar de ligar? Me fui acercando firme y segura, no pensaba dejar que el director me suspendiera porque el idiota del rockero no quisiese hacerme caso. Me cruce de brazos una vez me encontré cerca, y el rostro de Janelle se asomo por sobre su hombro con los ojos estrujados y el rimel corrido. Por lo menos ellos estaban hablando, no como la última vez que les ví juntos.

- Estúpido - Escupí con una sonrisa triunfante. Él me miró desconcertado y algo molestó - Ya tuviste tu tiempo de entretenimiento, ahora debemos seguir con la clase - Janelle nada más escucharme se giro sobre si misma, seguro para que no pudiese verla llorar, a nadie le gustaba que la viesen en un momento de debilidad. Pero ella no era mi amiga - Y... hola Janelle - La salude mientras me giré sobre mi misma y confiaba en que Ray me siguiese. Una vez pasamos tres secciones la mano de Ray se entorno en mi muñeca y me giró para mirarle.

- Eso no estuvo bien - Me dijo serio, como si él pudiese darme clases de moralidad. Un chico engreido, egocentrico, que desea a toda costa pegarse en el centro del mundo. Un chico que no sabía valorar el dinero, ni el estudio.

- Ni que tú escapases de mis clases - Le contesté - Siéntate - Le ordené

- Sólo si le pides disculpas a Janelle - Abrí la boca algo ofendida. No pensaba pedir disculpas a esa barbie, ella fue la que comenzó nuestra guerra personal.

- No pienso hacer aquello.

- Esta bien - Se encogió de hombros y se acercó a la mesa. Por un momento de verdad creía que él sólo se iba a sentar y a escucharme, pero él tenía que seguir siendo un maldito problema. Comenzó a agarrar sus libros y meterlos con cuidado en la mochila.

- ¿Donde te crees que vas? - Pregunté molesta. Todo el mundo últimamente me pasaban por encima. No pensaba volver a permitir que el vaso se tambalease y una nueva gota colmase mi paciencia. No lo permitiría.

- Estoy preocupado por Janelle, y visto que tu eres una mierda, prefiero pasar mi tiempo con ella - Aquello dolió realmente. Fue duro escuchar que yo era una mierda de persona, sabía que él no tenía razón, sabía que aquella descerebrada era mucho más peor persona que yo, pero de igual forma me dolió. En otro momento se me hubiese ocurrido alguna buena respuesta, pero aquello dolió tanto que ni siguiera mi odio repulsivo hacia él me hizo reaccionar. Hasta los enemigos tienen límites.

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