Capítulo 7: Pillada

427 21 4
                                    

Capítulo 7: Pillada

Mire fijamente a ese maldito chico que de apoco su nombre se iba grabando en mi cerebro. No podía creerme que realmente Matthew hubiese tomado aquellas palabras en contra de mí. Él y yo eramos amigos antes de nada, y él me estaba fallado por primera vez. Bien que le amase y que él sabiéndolo no hiciese nada, quizás cargar con eso no era tan duro por nuestra amistad, pero que intentase humillarme de esta forma no tenía nombre.

Me llevé mis dedos nerviosos al borde de la camisa y tiré de ella hacia arriba, intentando evitar atascos por el camino. Mi sujetador negro encaje quedo a la vista de todos los presentes, y Ray me miró con dulzura. No pude evitar sonrojarme olvidando por un momento que Matthew seguro estaba esperando mi respuesta, pero era la primera vez que alguien llegaba a verme en sujetador, y vaya primera vez. No sabía porque me estaba mirando así cuando estaba con el sujetador al aire, se supone que sus ojos no deberían de separarme de mis pechos, pero en verdad, sólo miraba mis ojos. Era confuso y abrumador, siempre había creído conocer a los hombres... pero él descolocaba mis esquemas. Un rincón de mi mente dijo "Seguro no le interesan tus ciruelitas por lo enanas que son"

No pude seguir intentando adivinar sus pensamientos a través de sus ojos porque acababa de tomar la determinación de no responder a la pregunta de Ray, moví mis ojos hacia el asiento de Matthew, ingeniándomelas para librarme de aquello, pero alguien me agarro de la muñeca y me ayudo a ponerme de pie. Cuando levanté los ojos del suelo observe los que siempre me habían parecido los ojos más bonitos del planeta. Ahora no percibía esa chispa especial que siempre tenían, o que yo siempre quería ponerle. Sólo se veían como unos simples ojos azules. 

Metió su camiseta por mi cabeza, tapándome todo aquello que había quedado expuesto. Mi sujetador de encaje ya no quedaba a la vista, igual ya nada parecía tan divertido como hace un rato. Me quede pensativa, mientras mis labios intentaban moverse sin esfuerzo. Alguien, que supuse que fue Matthew, tiró de mi muñeca alejándome a trompicones de todo aquello. No le detení, al menos me había librado de responder a su pregunta, o acaso... ¿Él quería que le respondiese en un lugar más privado?

No sabía bien donde me llevaba, ni porque Cele no intentó pararle los pies y cortarle los huevos como siempre quiso, pero no tenía tanta cabeza para tantas cosas. ¿Enserio debía asumir que mi mejor amigo intentó humillarme delante de la gente?

Dejando a un lado mi rabia por ese chico que tantas veces había pensado que era especial, me sentía decepcionada, y traicionada y también triste y... ¡No se! Mis lágrimas se amontonaron solas en mis ojos sin dejarme ver las cosas con claridad. Todo estaba distorsionado, y así era como verdaderamente veía todo, confuso.

De pronto la mano que tiraba de mi se aparto de mi muñeca. Observé que estábamos en el baño de los chicos ¿Como había llegado hasta allí? Parpadee varias veces intentando que mis ojos absorbiesen las lágrimas amontonadas, pero vaya a ser porque miraba hacia abajo, o porque en verdad me sentía como una mierda, algunas consiguieron salir disparadas. Era como si tuviesen urgencia en salir y acabar pronto. Chocaban contra el suelo. Reprimí el balbuceo que hacia mella en mi. Yo siempre tenía que reprimir todo, porque siempre debía ser la perfecta Lily Belleth.

La chica que nunca llega tarde a clase. O la que siempre tenía los días programados. La que trataba a la gente como escoría. La chica que creía conocer a los hombres. Que estaba enamorada de su mejor amigo. La que no se confesaba por miedo. La chica perfecta, o eso intentaba ser desde que me di cuenta que no veía a Matthew como mi amigo, si no como algo mucho más profundo. Pero una chica perfecta no se enamoraría de su mejor amigo. Y yo estaba empezando a cansarme de intentar ser lo que no era. O lo que me gustaba ser, o lo que debía ser. Lo que seá

BREAKING FREEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora