Eres cómo yo [Jelsa]|| Corazón de hielo #2

Capítulo 8. "Bienvenidos guardianes"

-¡JACK VOLVIÓ! -exclamaron en coro todos y cada uno de los trolls.

Fue un mar de saludos, vitoreos, silbidos, aplausos y otros tipos de celebración, cosa que había dejado perplejos por completos a los cuatro guardianes restantes.

Los pequeños seres levantaron a Jack y lo llevaron en una ola de manos de un lado a otro, cosa que hizo reír al guardián de la diversión, entonces cuando por fin lo soltaron, dejándolo cerca de sus amigos todo empezó a calmarse un poco.

Hada, Norte, Conejo y Sandman estaban atónitos, completamente mudos y tiesos ante todo lo que estaba ocurriendo, asimilando que aquello pasaba.

-Chicos -habló Jack, y entonces los guardianes se dieron cuenta que su amigo peliblanco les hablaba a ellos, y fue ahí cuando los ojos de todos los seres se posaron en ellos.

Era claro que los podían ver también.

-Digan algo -murmuró Conejo, incomodo al hecho de que nadie decía nada.

Jack los miraba ansiosos, esperando a que fuesen ellos los que hablasen primero.

Norte aclaró su garganta y dando un paso adelante dijo:

-¿Hola?

-¡HOLA! -gritaron todos y cada uno de los amigos pequeños de Jack.

Entonces Jack tomó su cayado con sus ambas manos y dijo en voz alta:

-Trolls de Arendelle, conozcan a los guardianes de la infancia. Guardianes, conozcan a los mágicos trolls de Arendelle -presentó, señalando a cada grupo con su cayado.

Jack miró de reojo a sus amigos y se inclinó para atrás esperando una buena reacción por parte de sus compañeros guardianes.

-Son... lindos -dijo Hada con una media sonrisa.

Los Trolls más pequeños habían rodeado a los guardianes preguntándoles cosas divertidas, abrazando al hada de los dientes , jugando con la arena de Sandman, molestando a Conejo

Jack sonrió divertido ante aquella imagen.

-¡Jack, mi muchacho! -una troll conocida de él se acercó y le abrazó con bastante fuerza- ¡¿Ahora eres un guardián?!

-Sí, eso... Fue una muy larga historia. -El chico sonrió alegremente mientras acomodaba su cabello alborotado.

Una troll más vieja se acercó a él y lo jaló de su suéter azul.

-Jack querido, dejame lavar tu ropa por ti -dijo esta, lo cual hizo al peliblanco negar con la cabeza algo apenado.

-Mi ropa está hecha de hielo, pero gracias Maggy -respondió él mientras unos cuantos otros trolls de piedra se acercaban a él-. ¿Oigan, y el abuelo Pabbie? -preguntó Jack a uno de los trolls más grandes.

El rostro de los trolls cambiaron completamente ante esa pregunta.

Eso hizo alertar al chico.

-Chicos... ¿Y el abuelo Pabbie? -dijo ésta vez más serio.

Uno de ellos se acercó a él.

-Gran Pabbie no se encuentra muy bien últimamente -dijo este, Jack abrió los ojos.

-Llévame con él, por favor. -Dijo Jack.

El Troll asintió y empezó a tomar camino para llevar al guardián a donde su viejo amigo estaba.

Jack se volvió a sus otros compañeros y les indicó que le esperaran un momento. Norte asintió mientras empezaba a sentar a los trolls mas pequeños en su regazo preguntándoles acerca de que querían para navidad.