Capítulo 7. "El indicado"

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-¡Les digo que es él! -dijo la princesa de Arendelle mientras dejaba sus cubiertos sobre la mesa.

La familia real estaba reunida en el gran comedor. Se encontraban cenando mientras la jovencita estaba relatando su experiencia en la heladería, como escucho a un chico mencionar a Jack, era un chico que nunca había visto en su vida y eso le sorprendía ya que los niños

-¿Así como el último que asegurabas y era el indicado? -preguntó su hermano dejando su libro para volverse a su pequeña hermana.

-A menos hago algo para ver si todo eso será verdad, Zack -la pelirroja hizo un puchero, recostándose en su silla-. Todo lo que haces ahora es leer.

-Estoy estudiando -respondió el principe-. Mi coronación es pronto... debo estar preparado.

-Zack tiene razón, Riley -dijo su padre, el rey. Que estaba sentado en el borde de la mesa devorando un pastel de chocolate-. Sueles asumir que cualquier chico que mencione de Jack Frost es el indicado.

La princesa hizo una mueca y miró hacia una pared

-Pues, puede que me haya equivocado un par de veces...

-Doce hasta ahora -murmuró Zack sonriendo divertido.

-¡Pero les digo que sí estoy segura esta vez!, este chico viene de América -dijo Riley-. ¡Nunca nadie ha venido de América y decir que conoce quien es Jack Frost!.

-Cariño -su madre se volvió a ella-. No estoy segura de que podríamos traer a mas chicos al castillo, ninguno ha pasado la prueba y ya estamos a casi nada para la coronación de tu hermano, no creo que esto sea conveniente ahora. Sé que eso que está escrito en la piedra de la luna siempre te ha tenido con la intriga y crees que puede que nuestra época sea la indicada...

-Lo es -aseguró la niña-. Puedo sentirlo, y puedo probarlo, solo déjenme traerlo ¿Papá?

La pequeña se volvió a su padre, un hombre pelirrojo como ella, el seguía comiendo de su postre cuando se volvió a su hija.

-Hm... no lo sé -dijo el rey en turno de Arendelle.

-¡Por favoooor! -la princesa junto su manos y empezó a rogar-, por favor, por favor, por favor....

La joven seguía rogando, el príncipe cerró su libro y dirigió una mirada a su madre, sabiendo que su hermana no se detendría sino obtenía una respuesta clara, la reina sonrió divertida, hasta que decidió volverse a su esposo.

-Richard -la reina se volvió a su esposo, quien miró vacilante hasta que las suplicas de su hija empezaban a incomodar.

-¡Está bien! -exclamó Su Majestad haciendo que ella se detuviera- Puedes traerlo, pero este será el último, sino pasa las 5 pruebas entonces ya no volverás.

Riley sonrió.

-Creanme... éste sí lo será -aseguró ella.

-Pues, buena suerte Riley -le dijo el su hermano mayor con una sonrisa divertida.

-¿Y cómo se llama éste chico? -preguntó la reina.

Riley recordó, teniendo todas sus esperanzas en él.

Estaba segura que era él, podía sentirlo en sus huesos.

-Jamie, se llama Jamie

***

Cuando los guardianes atravesaron el portal de Norte sintieron la sacudida más fuerte de lo habitual, esta vez Conejo casi se cae por un lado mientras evitaba no vomitar. Hada dio un gran salto y salió volando del trineo justo luego de cruzar, luego extendió sus alas y se mantuvo en equilibrio para seguirlo volando por si misma. Sandman rodó hacía la parte delantera y quedó de cabeza contra el suelo del trineo.

-¿¡Están todos bien!? -Exclamó Norte desde el frente y mirándoles de reojo.

-¡Yo creo que deberías bajar la velocidad! -le gritó Conejo desde atrás, retomando su asiento.

-No es culpa mía, fue el portal -dijo el hombre barbudo a su compañero.

-¿Estamos bien todos? -dijo el hada de los dientes en cuanto alcanzó el trineo y se sentaba junto a Conejo.

Jack ayudó a Sandman a ponerse de manera normal y sentándolo de nuevo en su lugar antes de volverse a Norte y mirar el parámetro desde el cielo, los bosques de Arendelle estaban lo debajo de ellos, siendo de noche era más que imposible que los viera alguien.

Pero Jack no pensaba en nada de eso, sólo buscaba el lugar al cual debían aterrizar. Y luego de unos momentos:

-¡Por ahí! -exclamó Jack señalando hacia abajo entre el bosque.

-¿Seguro? -preguntó Norte, Jack asintió- Sí tú lo dices, Jack.

Norte ordenó a sus renos a bajar con cuidado hacía donde Jack había señalado. Lo cual hicieron poco a poco. Jack se sintió nervioso, puesto a que no había estado en aquel lugar por unos cuantos años, esperaba que todo estuviera bien por allá y es que necesitaba que todo estuviera bien.

Ya que era el único lugar donde podían dejar el trineo sano y salvo, o casi.

En cuanto aterrizaron se encontraron en un lugar bastante extraño para los guardianes, habían bastantes rocas, de diferentes tamaños, esparcidas por doquier como si hubiesen caído ahí, y nadie pudiese moverlas, eso le causó una gran sonrisa a Jack.

Fue el primero en bajar, con una leve sonrisa miró a sus compañeros.

-Es aquí. -les dijo

-¿¡Aquí!? -le preguntó Norte, a lo que el peliblanco asintió antes de volverse a donde las rocas estaban.

-Yo no veo nada. -dijo Conejo, el bosque

-¡Chicos, hola! -exclamó Jack golpeando su cayado suavemente tres veces en el suelo-. Soy Jack, y vine con unos amigos que quiero presentarles.

Los guardianes entonces se dedicaron a ver como parecía hablar con la nada, pero entonces miraron mejor y se percataron que Jack en verdad estaba hablando con las rocas esparcidas por doquier, plantas, musgo.

-Son... rocas -dijo Hada.

-Ya lo perdimos... -le murmuró Conejo a Sandman, quien asintió nervioso.

Hada se volvió a ellos y los miró duramente a ambos.

-¿Qué? -le preguntó Conejo a su compañera.

-Eh, Jack... -le llamó Norte- Creo que no hay nadie aquí, tal vez deberíamos volver al tri...

Pero Santa no pudo terminar de hablar, ya que en aquel momento las rocas empezaron a moverse, rodando hacia el centro. Los guardianes se alarmaron y se alejaron de donde estaban, observando como empezaban a reunirse alrededor de Jack.

-¿Qué está pasando? -preguntó Hada, esquivando algunas de éstas.

-¿Jack? -preguntó Conejo, pero el chico no le respondió.

Los guardianes no estaban cómodos con lo que ocurría, nunca habían visto algo así, pero para lo que vieron, a Jack no le molestaba en absoluto.

Él sólo sonreía aliviando.

De repente, las rocas dejaron de ser rocas, y pasaron a convertirse en pequeños seres, pequeños seres de roca, una clase de seres que nunca habían visto.

-¡Rimsky korsakov! -exclamó Norte volviéndose a sus compañeros- ¿Alguno sabe que son esas cosas?

Hada, Conejo y Sandman negaron en silencio.

Un silencio extraño invadió el lugar, Jack miraba a los pequeños hombrecillos de piedras y viceversa, y los guardianes miraban la escena asombrados.

Entonces:

-Hola... -dijo Jack rompiendo el silencio generado por unos segundos

-¡Jack volvió! -gritó un troll desde atrás.

-¡JACK VOLVIÓ! -gritaron los demás.

Entonces, lo que siguió fue casi de ensueño.

Eres cómo yo [Jelsa]|| Corazón de hielo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora