Capítulo 9. "La combinación perfecta"

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La mujer de vestido de hielo estaba sentada en su trono mientras jugaba con su magia de manera pensativa acerca de todo lo que estaba pasando. Pitch Black, el coco, el causante de las pesadillas, el ser que se alimentaba de los miedos de los niños, aún no detallaba bien su plan o que papel debía jugar la reina en todo eso.

Y aquello sacaba de sus casillas a la mujer.

También pensaba fríamente en lo ocurrido en su palacio de hielo, que de seguro había sido destruido luego de la pelea. Cerise no se habia atrevido ni a salir de su escondite para asegurarse de ello.

Sus últimos recuerdos venían a su mente.

La pelea en la sala del trono, ella encadenando a Elsa a punto de quitarle sus poderes, y entonces el suelo y todo el techo empezó a temblar fuertemente porque Jack Frost había clavado su cayado en el techo.

Recordaba las estalacmitas y trozos gigantes de hielo caer sobre sus cabezas y ella moviendose para que nada le cayera encima. Y cuando iba a hacerle frente ambos rubios, cuando iba a destruirlos a los dos de una vez por todas. Se dio cuenta que ambos ineptos habían logrado que el espejo se rompiera.

Su amado espejo.

Y ella entonces fue condenada a volverse una estatua de hielo por más de 180 años.

La reina apretó sus puños haciendo que su magia, que antes había sido suave y los copos de nieve que formaba la misma se volviesen pequeñas estalacmitas afiladas que ella lanzó hasta una pared de piedra.

Éstas estalacmitas se clavaron en la pared sin dañarse.

-Majestad. -la voz fría de Pitch Black se hizo presente justo de ella.

La reina de las nieves no se inmutó, pero sí salió de su asiento y le hizo cara al ser de oscuridad.

-Me estoy cansando, Pitch Black -Dijo ella muy elocuente-. He estado esperando el suficiente tiempo como para saber algo de tu tan aclamado plan de venganza contra los guardianes y Jack Frost. Pero no me has contado que tienes pensado hacer, sasbes muy bien que mi paciencia no es la más grata y si no me piensas decir que es lo que quieres hacer entonces yo misma saldre y pondré fin a todo esto.

La reina de las nieves estuvo a punto de salir de dobde ambos se encontraban cuando entonces un corcel de pesadilla se materializó en frente de ella haciéndola retroceder unos dos pasos.

-Me duele saber que usted duda de mi capacidad de organizar un buen plan. -Dijo Pitch, quien no se había inmutado en nada al escuchar aquello-. Además, me lo debes, yo fui quien te sacó de tu prisión de nieve causada por tu espejo roto.

Cerise se volvió a su acompañante.

Sabía que tenía un punto.

-¡¿Entonces qué es lo que tienes en mente?! -exclamó ella- Sé que no pretendes que yo esté aquí encerrada, pero si no me dices en lo que debo participar.

Pitch Black suspiró, como si aquello ya se lo hubiese estado esperando.

-Esperaba que la sorpresa durara un poco más, pero si Su Majestad insiste.

Aquel comentario hizo que Cerise arqueara una ceja confundida.

El ser de pesadilla se dio la vuelta y un pasillo oscuro en su guarida se abrió de pronto.

-Sigame, Alteza.

Pitch avanzó dentro de las sombras seguido de su caballo hecho de arena de pesadillas, Cerise miró resignante antes de hacer su camino entre las sombras de igual manera.

Luego de unos pasos, la reina de las nieves fue transportada a una sala completamente diferente.

La mujer de cabellera negra nunca había visto algo así.

Eres cómo yo [Jelsa]|| Corazón de hielo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora