CALOR

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GRACIAS A TODOS QUIENES LEEN ESTA HISTORIA...

UNA DISCULPA POR NO ACTUALIZAR TAN SEGUIDO COMO QUISIERA...

ESPERO Y LES GUSTE....

PARTE 1 DE 2

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QUERIDO BISNIETO:

Hola cariño, soy tu abuela Lizzi, te escribo estas líneas para que sepas como llegaste al mundo, todo empezó  cuando...

Tu padre es un SEAL pero no uno cualquiera, al muy idiota le gusta el peligro, cuando se retiro prematuramente de la milicia, se hizo cargo del departamento de cinco cero, ahí conoció a tu papi, un omega trasladado de New Jersey, su relación al principio fue de amor – odio, pero con el paso de los años, se enamoraron, pero eran muy orgullosos para admitirlo, se convirtieron en amantes, más nunca compartieron el celo, porque tu papi ya había sido marcado y rechazado por su antigua alfa, quedando algo traumado, pero yo cansada de sus idas y venidas puse manos en el asunto. Con mi equipo y cómplices ideé el plan perfecto para unir a tus padres, que ahora no me hablan, pero sé que están felices por tu pronta llegada.

Con amor, tu abuela Lizzie.

Pd: Tu papi Danny ya me perdono, pero tiene que fingir porque Steve se siente timado por lo de mi supuesta mala salud, estoy mas sana que una cabra.

Alguna vez han visto aun enorme lobo negro correr por las calles de Hawái, no, pues media isla supo que el SEAL, Steve McGarrett tenía como misión copular con el omega Danny Williams.

La abuela sonrio cuando vio la ventana de la oficina de su nieto rota y un feroz aullido se escucho por toda la isla.

Steve se entrego de lleno a sus instintos cambiando a su segunda piel, el aullido de advertencia a alfas que estaban cerca y pudiesen ser una amenaza para él, fue recibido, pues ningún macho le reto, el aroma dulzón del omega, lo atrajo y volvió mas salvaje.

Danny a como pudo, subió las escaleras, un intenso calor se instalo en su pecho, su cuerpo sudaba y su entrada se abría y cerraba por la necesidad de ser llenado, solo un nombre salía de su boca:

- Steve – el omega llamaba a su alfa, la parte humana de Danny se estaba apagando y el lado animal ya le dominaba – Steve

Steve corrió y se detuvo en la entrada de la familiar casa, gruño, aun quedaba el sutil aroma de Rachel allí, embistiendo la puerta la partió en dos y volviendo a su forma humana, subió presuroso a la habitación que compartía con él.

Daniel apenas olió el aroma de su macho, dejo fluir su aroma, tan embriagados como enloquecedor, Steve cogió a Danno por el tobillo y lo acicalo, dejando su cuerpo bañado en saliva y sus feromonas.

- Due..e..le – dijo Danny, Steve no entendía – A..qui – toco su pecho justo en su corazón – due...le tanto

- Ya no más – gruño más animal que humano el alfa – aliviare tu dolor

Daniel asintió ante la promesa.

- Será especial Danno – prometió el SEAL – nuestro primer celo será especial

Williams solo asentía.

Steve sabia que apenas era el calor, luego llegaría el celo y para eso faltaban quizás algunas horas, después solo serian el alfa y el omega, se dejarían guiar por sus bajos instintos, y luego Steve y Danny, enfrentarían las consecuencias.

Steve con mucha fuerza de voluntad y con su miembro tan duro como una roca, lleno la tina con agua templada a una temperatura ambiente, desnudo a Daniel, sus fosas nasales se llenaron de ese olor tan peculiar que tenia el lubricante natural de su omega.

- "Pronto" – pensó el alfa

Coloco a Danny en la bañera y bajo a preparar aperitivos, serian cuatro largos días para ellos, dejo un mensaje a su hermana, pidiéndole que llevara comida real, terminado el periodo de celo.

Subiendo con la bandeja de aperitivos, vio a Danny hacer una madriguera en una esquina de su habitación, su cuerpo estaba rojo, sus mejillas rozagantes, sus pupilas dilatadas y de entre sus piernas escurría el fluido que le permitiría entrar sin problemas en el culo del rubio.

El moreno dejo la charola en el piso y abrazo por la espalda al omega, aspirando el almizcle y menta fresca que su cuerpo segregaba.

- Tómame, Steve – el rubio se dio la vuelta y beso desenfrenadamente al alfa.

- Mio – gruño el moreno

- Tómame mi alfa, hazme tuyo – el calor había cedido y le dio paso a su ansiado celo.

Querido bisnieto, cuentos los meses para tenerte en mis brazos.

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