MCDANNO

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El lobo subió de espaldas las escaleras, manteniendo un ojo en la anciana alfa.

Doris y Lizzie abandonaron la casa de Danny, sonriendo.

Daniel estaba caliente, el omega dentro de él quería a su alfa, llamaba a gritos al lobo alfa.

Steve entro a la habitación en toda su gloriosa desnudez. El omega apenas lo olio abrió sus brazos para recibirlo.

La cama se hundió bajo el peso del marine.

Los jades de McGarrett estaban teñidos de rojo, y los zafiros de Williams brillaban ámbar.

El alfa y el omega.

Steve y Danny en su forma más primitiva.

La poca humanidad de Steve hizo acto de presencia.

- Ten...go que irme Danno – gimió de dolor el moreno

- ¿Por qué? – la voz cortada de Danny estaba haciendo estragos en el rubio – te deseo

- Mi celo ... - no pudo continuar porque el rubio lo beso, el omega se apartó y acaricio el duro rostro del alfa

- Te quiero Steve – dijo para volver a besarlo

Steve se perdió en la suavidad de esos labios, empujo su lengua para entrar en la cavidad del otro, una danza de lengua se dio lugar, el marine tomo las prendas del detective y las arrojo en algún rincón, brazos y piernas se enredaron en la cama.

Danny sentía que el calor lo consumiría sino era tocado tan mal como quería.

Sus manos abandonaron la espalda del mayor y bajaron por su estómago hasta que llegaron al gran falo del alfa, Danny masajeo la carne suavemente de arriba - abajo y viceversa, provocando gruñidos de su macho.

Steve paso su lengua por lo largo del cuello bañado de sol, beso con dedicación la unión del cuello y el hombro, donde pronto estaría su marca, el lobo chillo de emoción, las manos del rubio cobraron velocidad y el moreno estuvo a punto de vaciarse, su autocontrol se lo impidió.

El Seal bajo los besos por el dorso del menor, se detuvo a jugar con su ombligo, y siguió ese camino de besos hasta la hombría del omega, Danny se retorcía de placer, empuño sus manos en el espeso cabello azabache del hombre.

Steve se deleitó con la carne tierna y dura. Sus olores mezclándose en el aire, volviendo más exótico el ambiente, Steve tomo los testículos de Danny en su boca, jugó con ellos hasta que se encogieron preparados para la descarga, bajo su filosa lengua por el perineo hasta el fruncido y rosado anillo de músculos, los fluidos naturales de Danny ya lo habían preparado.

Con gula el mayor empujo su lengua dentro del canal, arrancándole suspiros al omega, que convulsionaba de placer, la lengua fue sustituida por dedos, primero dos de ellos, haciendo tijera para estirarlo y un tercero que dio con su próstata, arrancándole gritos de placer al rubio detective de Jersey.

Steve se incorporó y tomo a Danny de los tobillos y lo volteo, dejándolo sobre sus manos y rodillas, el rubio cogió una almohada y la abrazo, sosteniendo su cuerpo con su pecho recargado en la mullida tela rellena, expuso su culo, como ofrenda, siseo cuando la lengua de su alfa volvió a entrar, Steve abandono su entrada y paso su lengua por toda la espalda de Danno.

El alfa se posicionó detrás aferrándose a las caderas bien formadas del omega, alineo su pene y entro.

La calidez y estreches de la cavidad anal, hizo que la polla de Steve creciera, con cuidado se movió hasta estar completamente dentro de su hogar.

- Mu..e..ve..te – pidió el omega

El alfa así lo hizo, primero de forma lenta y agradable, para luego acelerar el ritmo, la cama se movía bajo el peso de ambos, la cabecera chocando con la pared, gemidos y gruñidos eran lo único entendible en la habitación.

Steve lloro cuando sintió que entraba más allá del útero de su omega, una descarga para preparar la concepción.

Viro a Danny para quedar de frentes, sus bocas se buscaron y se aferraron la una a la otra, solo la falta de aire los separo, carne contra carne, fluidos escurrían por la entrada y cuerpo del menor, el sudor de Steve caía por su espalda, una segunda descarga y Danno envolvió sus piernas en la cintura de Steve, el marine veía en blanco y negro, Danny ofreció su cuello, y la comezón empezó, los colmillos de Steve salieron, y mordió la carne hasta que saboreo la sangre del otro, Danny igualmente mordió al alfa, ya no había marcha atrás.

Un frenesí de deseo nació en ambos, hasta que Danny lloro al sentir el nudo de su alfa entrar, llenándolo e impidiendo que la semilla de alfa saliera, Steve los acomodo en posición de cuchara donde embestía a Daniel de forma lenta y concisa, ambos cayeron dormidos, con el nudo uniéndolos, y así pasaron una semana que les duro el celo a ambos.

(....)

Lizzie McGarrett estaba en el porche de su nuera, tejiendo chambritas, tan sínica y feliz.

Doris veía a su suegra embelesada en su trabajo.

(...)

Danny despertó hambriento, cansado y con un peso en su cintura, el fuerte brazo de Steve lo rodeaba con posesividad, cuando intento pararse grito al sentir una tirantes en el culo, la polla de Steve seguía dura y corriéndose en su interior.

El omega acaricio su estómago levemente curveado por el semen almacenado en él. Oyó gruñir al alfa

- Baño – dijo con voz ronca, Steve suavizo el agarre y lo dejo ir.

Danny corrió al lava manos y descubrió su cuello, la marca de Steve McGarrett parecía estar burlándose de él, ahí estaba, grande y fresca, se relamió los labios y escucho cosas romperse del otro lado.

- Maldita anciana – fue el grito que salió del alfa

- Steve ¿Qué pasa?

- Hierba gatera – dijo gruñendo – mi abuela nos drogo con hierba gatera

- Pues que bueno – dijo Danny echándose a la cama mostrando su culo, ya no había excusa

- Danny – dijo Steve sorprendido

- Te quiero – el omega restregó su olor en el alfa y se trepo hasta llegar a sus labios y besarlo

- Estas muy empalagoso

- Debe ser el orgasmo postcoital

- Te marque

- Lo sé, también lo hice, todos sabrán que eres mío

- Una marca de apareamiento

- Una marca de propiedad

El omega sonrio al alfa y lo empujo a la cama donde se siguieron amando.

Cuando Danny volvió a despertar, Steve ya no estaba y sintió una pequeña punzada de dolor, se envolvió con las sabanas y bajo a la cocina, el desayuno tardío estaba tapado y una nota que hizo ruborizar al omega.

Estabas durmiendo, no quise despertarte, de ahora en adelante yo proveeré, tu solo cuídate para nuestro cachorro.

Inconscientemente el rubio se llevó las manos al vientre, una calidez lo envolvió y se sentó a comer.

(...)

Steve azoto la puerta de la casa de su madre, Doris lo recibió agitada, Steve la miro con preocupación.

- Steve tu abuela.... tu abuela está en el hospital – Steve se quedó helado en su lugar

SWEET OBSESSIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora