My Wonderful Adventure with the Doctor.

"El principio" Parte II

― Un corto viaje por el mar.

El Doctor le mostro a Elly su ropero, al entrar a esa habitación de la TARDIS, Elly no dejaba de mirar a su alrededor, montones y montones de ropa. Era como si entrara a una gran bóveda. Elizabeth escogió algo que le pareció digno de un pasajero de primera clase y de la época, quería explorar todo el barco y necesitaba que la gente creyera que era de primera clase.

Después de haberse vestido, volvió a donde se encontraba el Doctor y le preguntó:

― ¿Esto está bien?

El señor del Tiempo volteó a verla.

― Perfecto.― dijo algo pensativo.

― Bien.― añadió Elizabeth con una sonrisa.― ¿Cómo sabré donde encontrarte?

― Toma.― dijo él dándole su desatornillador sónico.― Presiona este botón cuando quieras volver a verme, o más bien cuando hayas terminado de husmear, ¿vale?― explicó.― ¡Oh! Por si acaso, también toma esto.

 De un bolsillo de la gabardina que vestía el Doctor, sacó lo que a Elly le pareció una billetera. La abrió y se encontró con un papel en blanco.

― ¿Qué es esto?― inquirió con curiosidad.

― Es un papel psíquico. Si te preguntan quién eres, muéstralo. Enseñará lo que tú quieres que ellos vean.― aclaró el Doctor.― No los pierdas.

― Vale.

Ya afuera de la TARDIS, Elizabeth observo donde se encontraba, era un lugar grande y su única carga eran cajas de madera. Volteó a ver a la TARDIS.

― Llama demasiado la atención.― dijo para sí misma.

Entonces, decidió cubrir la cabina con una manta que estaba en el suelo.

Habiendo terminado con esa tarea, subió por las escaleras y abrió la puerta.

Se encontraba en la cubierta F, donde paseaban pasajeros de la tercera clase. Caminó entre la gente, con aire de orgullo, como si fuera en verdad parte de los pasajeros de primera clase. Sintió como las personas a su alrededor la miraban y cuchicheaban. Pero no le importó. Siguió caminando y encontró las escaleras que la conducían a la cubierta E. Continuó subiendo las escaleras hasta encontrarse en la cubierta de paseo (cubierta A). Miró el reloj de la pared que dictaba ser las 7 de la tarde. Se preguntó en ese momento que estaría haciendo su madre de vuelta en Inglaterra de 1943, ¿Buscarla? Pero no se preocupó, volvería antes de las 7 a casa, a la hora de la cena cuando el Doctor terminara de reparar la máquina del tiempo.

Salió de la cubierta y admiró el paisaje. Se quedó afuera en la terraza para disfrutar la brisa marina.

― Buenas noches señorita.― dijo un joven de cabello lacio y negro que parecía no rebasar los 20 años. Vestía un traje de gala. << Digno de un pasajero de primera clase>> ideó Elly.

― Buenas noches señor.― contestó educadamente Elizabeth.

― ¿Le importa si la acompaño?

― Por supuesto que no.― dijo naturalmente Elly. ― ¿Cómo se llama?

― Soy John Borland Thayer III, ¿Y usted?

― Elizabeth Anne Smith, ¿Es usted americano?― preguntó Elly curiosa.

― Si, es usted una señorita muy observadora.― contestó John con una sonrisa.

― Su acento lo delata un poco.― añadió ella risueña.― Pero por favor, llámeme Elly.