Captive

08

A una hora después del mediodía, mientras me dedicaba a conducirnos por buen rumbo, vi como la melena negra y desordenada del hermano de Tyler subía por las escaleras hasta llegar a donde me encontraba yo.

Zack tenía tanto parecido a Tyler como una piedra al océano. Quizá el único punto de unión fuera el cabello castaño oscuro, pero ahí acababan los parecidos. Este tenía un par de ojos color café oscuro, muy profundos y casi pálidos en comparación a sus grandes ojeras. La nariz de Tyler era mucho más fina y respingada, mientras que la de Zack parecía un poco menos delicada.

—¡Capitán!— me llamó, colocando la espalda muy recta y el mentón demasiado alzado. —Estoy ocupado— contesté de mal humor. Y era cierto, había pasado todo el día gritando instrucciones para ir lo más rápido que las velas nos lo permitían, pero el viento era escaso y el sol insaciable, por lo que mi humor no era el mejor.

—Lo sé, capitán, pero yo... No encontré otro momento para acercarme a usted, generalmente estoy limpiando la cubierta o matando las ratas que amenazan con robarse el queso de las cocinas— solté un gruñido, y con una seña le pedí a Dallon que se acercara y tomara el timón, a lo que este obedeció inmediatamente.

Caminé hasta la borda del barco y me recargue en esta con los brazos cruzados. —¿Y bien?— cuestioné a Zack, que de inmediato pareció ponerse nervioso —He escuchado rumores entre los hombres que usted a estado bajando al calabozo desde que mi hermano está ahí—

—Los rumores son ciertos— confirmé.

—Yo... Temo por mi hermano, señor. Sé que no es mi asunto lo que usted haga durante el tiempo que no nos conduce, pero también sé que es mi asunto cuidar de mi hermano, así que me gustaría saber si él se encuentra bien.

—¿Qué te hace dudar que así sea?— para ser un pirata, Zack no hablaba como uno, tenía la misma cantidad de clase e inteligencia que Tyler, aunque quizá este no la aprovechaba tanto como era debido.

—No he convivido con mi hermano desde que tenemos ocho años, señor, apenas me reencontré con él hace dos meses, pero sé que Tyler no ha cambiado en lo absoluto y sigue siendo un buscapleitos nato, y si usted ha estado bajando a hablar con él, es posible que mi hermano resultara ser muy molesto y en consecuencia usted lo lastimara.

—Tu hermano ha sido molesto— Zack pasó saliva —Espero acepte mis disculpas en su nombre, señor. Tyler es impredecible y poco paciente, pero le suplico piedad a mi hermano, como lo hice el día que nos conocimos. Él es todo lo que me queda.— el pesar de Zack parecía tan real y tan palpable como el que yo cargaba en mi interior, por lo que la piedad se apoderó de mi.

—A pesar de que tu hermano es un fastidio, te aseguro que está bien, no le he colocado un dedo encima y nunca lo haré si es que él sigue comportándose— Zack asintió frenéticamente —Muchas gracias, señor— susurró.

—Ahora necesito que me aclares algo: ¿Por qué tú y Tyler no se habían visto durante tanto tiempo?— Zack palideció con mi pregunta y desvió la mirada —Es un asunto complicado, pero básicamente él y yo pertenecíamos a distintos grupos de piratas, y el océano es un lugar muy grande— asentí. Creí que sería una mejor idea hablar con Tyler de ese tema, me parecía algo con más coherencia.

—Tu hermano tiene un orgullo grande— fue lo único que se me ocurrió decir después del incómodo silencio que se formó.

—Y una mente aguda. Sé que no está bien que yo lo diga, pero tenga cuidado con Tyler, ni siquiera yo sé cuales son sus intenciones en este barco— le di una palmadita en la espalda a Zack y sonreí —Sé cuidarme de personas como tu hermano, pero gracias por la advertencia— este se sonrojó un poco y asintió —Por cierto, tienes mi permiso para bajar a verlo cuando quieras, pero si se te ocurre liberarlo me encargaré de que tu cadáver termine flotando en el mar ¿De acuerdo?—

Zack sonrió. —Muchas gracias, señor— este hizo una pequeña reverencia y bajó corriendo hacia la cubierta, donde se mezcló con los hombres hasta que lo perdí de vista.

Creo que el apellido de Tyler era el menor de sus misterios.