Lang Shang, estaba cansada había estado tratando de entrenar a su cuñada a ser una señorita hermosa, femenina y delicada desde que se entero del compromiso, faltaba un día para la boda y ella aún no podía ni siquiera caminar graciosamente como una flor o servir una taza de té adecuadamente, Lang Shang tenía mucho miedo de que lo arruinará cuando estuviera en la casa de su marido y fuera luego menospreciada por ser poco femenina, pero ella había hecho todo lo humanamente posible.
En este momento se encontraba en la que sería su última clase de maneras femeninas, Yan Da estaba con tres libros sobre la cabeza y los tobillos atados, para que su caminar fuera suave y medido.
- Despacio cuñada, avanza despacio como si fueras guiada por el viento, le dijo Lang Shang, viendo satisfactoriamente que en algo había cambiado su altivo y fuerte pisar, ahora no marcaba tanto el paso como cuando recién llego, era un muy buen comienzo, ella podría hacerlo después y rogaba a los dioses que no se olvidará lo que le enseño: - Descansa cuñada, es todo por hoy debes ir a dormir.
Yan Da suspiró tomando con rapidez asombrosa los libros que tenía en la cabeza y en los brazos, sentándose a su lado.
- Cuñada, ¿Tu crees que esta vez pude hacerlo mejor?, le pregunto ilusionada.
Lang Shang la observó sonriente: - Claro que sí has mejorado mucho, respondió.
Yan Da correspondió la sonrisa esta vez preguntándole algo que la sorprendió: - Cuñada, ¿Tú piensas que quizas yo pueda gustarle al príncipe heredero?.
Pudo darse cuenta que a pesar de su fuerza y conocimiento militar, ella por dentro seguía siendo una mujer, la cual quería que el hombre con él que se iba a casar gustará de ella, aparte porque no podría gustarle a él, a pesar de la falta de conocimientos en temas femeninos su cuñada era preciosa, se dio cuenta cuando la hizo vestir de forma tradicional, vio la emoción en la mirada de varios de los guardias que custodiaban la mansión y de los trabajadores que mientras la veían entrenar algunos se quedaban observándola largo rato.
Si ella pensaba que su cuñada era muy hermosa, solo le faltaba tener más confianza en ella como mujer, algo que había dejado de recordar por haber sido criada de esa manera como uno más de los niños Feng, pero ahora ella podría ser lo que siempre estuvo destinada a ser una hermosa mujer casada, la cual podría ser feliz al lado de un buen esposo, así que le respondió de todo corazón: - Por supuesto, el se enamorara de ti, en el primer instante que te conozca, eres demasiado hermosa para que no lo haga. Tomándola de la manos le sonrió sinceramente.
Yan da volvió a corresponder la sonrisa, abranzandola fuerte contra, ella nunca habia tenido una amiga que la escuchará quizás su cuñada podría serlo.
Lang Shang se separo de ella levantándola: - Ahora cuñada debes descansar para que mañana en tu boda estés radiante, te acompaño a tus habitaciones, caminando ambas hasta las habitaciones de Yan Da.
- Gracias por todo cuñada, le dijo Yan Da haciendo una reverencia.
- No tienes nada que agradecerme, somos como hermanas después de todo, tus problemas siempre serán mis problemas, tu felicidad siempre será la mía, desde el momento en que me case en la mansión Feng, me convertí en una hija más, ahora descansa que mañana tendrás que levantarte muy temprano.
Yan Da asintió con la cabeza entrando a la habitación y cerrando la puerta.
"Mañana empezará mi nueva vida dentro de la mansión del príncipe, espero que el y yo podamos ser felices juntos, o al menos llegar a un entendimiento", pensó antes de avanzar para cambiarse y dormirse.
Al día siguiente en la mansión del príncipe heredero.
Shi estaba muy nervioso, había decidido echarse atrás en el matrimonio con la general, sus amigos habían decidido ayudarlo a escapar y ayudar a su madre y concubinas cuando su hermano las rebajará de estatus, el no podría casarse con tal monstruo que lo haría tan infeliz, estaba esperando que llegaran pero hasta ahora ninguno de ellos aparecía por ningún lado, y ya habían empezado a llegar los regalos de la dote de la novia dentro de poco llegaría el cortejo nupcial y el no podría escapar.
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Mi Amada General
FantasiaUna preciosa gema recubierta por el más poderoso metal, quien puede atreverse a adueñarse del corazón de un "Demonio Carmesí", acaso un príncipe que no tiene bien puestos los pies en la tierra podría lograrlo, tal vez siempre para un roto hay un de...