¿Quién es más caprichoso? /SuJin (Omegaverse)

Culpa

La fiesta ya había llegado a esa etapa donde se descontrolaba, el alcohol poniendo alegres, sin inhibiciones y torpes a los cambia-formas –Ya sé que fuiste tú Taehyung- Acuso un sonrojado Jin, quien volvía a la fiesta luego de que todos pensaran por el largo tiempo de ausencia, que la reconciliación de la pareja era un hecho.

-Se me acusan de muchas cosas, se más específico- Pidió tranquilo el Tigrillo, degustando los postres de chocolate.

-Encontré un muérdago en medio del bosque- Saco la platita colorada de su bolsillo –Es de la fiesta, tiene el listón azul aterciopelado, obviamente alguien lo llevo justo a donde estaba con Yoongi- El Felino se apuntó a sí mismo, porque su boca estaba llena de dulce. El Omega asintió con el ceño fruncido, mientras el Alfa negaba sorprendido.

-Tienes un buen olfato líder y Yoongi un excelente oído, no hay forma de que lo haya logrado por muy sigilosa y pequeña que sea mi forma...Por otro lado, esta colorado, ¿puedo suponer que hubo un acercamiento por fin?- El tono sugestivo, acompañado de las cejas que danzaron de forma sinuosa en dirección al Lobo, hicieron bufar molesto a Jin.

-Ya no importa, creo que ya este intento de relación está muy roto, parece que él no quiere verme y yo no sé cómo acercarme- Murmuro guardando de nuevo el muérdago, incapaz de tirarlo aun cuando el rechazo lo había lastimado.

-Recuerdas los primeros años cuando los Guepardos se acoplaron a la Manada, era bastante pequeño en esa época, pero aun así era bastante obvio como un joven Yoongi miraba siempre en tu dirección, prestándote atención y siguiéndote obediente, hasta que se anunció el compromiso y mientras sus ojos brillaban, tu refunfuñabas y te negabas a tal punto que el siempre educado y diplomático Jin, exigió romper tan sagrada tradición- El Lobo rehuyó a la mirada del Felino, con la culpa presionando su pecho –No lo sé, puede que al hablar de algo roto en su relación, te refieras al orgullo y corazón de cierto Guepardo.

-Ya, solo vete, ¿no ha estado Jimin demasiado tiempo sin ser atacado?- El Tigrillo asintió a la pregunta.

-No es de caballeros aprovecharse de Omegas bebidos- Pronuncio solemne.

-Haz estado haciéndolo toda la noche, ¿Qué cambia unas bebidas de más?- El Alfa rechisto, negando con su índice.

-¿No es obvio?- Se limitó a decir para darle la espalda, continuando con su banquete.

El Líder siguió su camino a la mesa de bebidas, empinándose una botella, buscando distraerse del muérdago que palpitaba caliente en su bolsillo -¡No!- Se escuchó la siempre agraciada voz de Jimin, algo más chillona, acompañada de risas, al lado contraria, en la mesa de postres.

Por valla a saber cuál número de vez en la noche, Jimin y Taehyung estaban parados bajo el muérdago, solo que esta vez era el pequeño Omega quien agarrando por el cuello de la camisa al Alfa, los había arrastrado a la situación actual. El Tigrillo, había dejado de molestarlo cuando el número de copas pareció nublar el juicio del pequeño Lobo, cuando el último beso fue demasiado prolongado y placentero, pues no recibió el usual empujón.

-Jimin ya estás muy tomado, es mejor dejarlo hasta aquí y que vayas a tu cuarto- Tae quien no era fanático del alcohol, trato de ser la razón del Omega.

Pero el Lobo puchereó –Me has estado obligando toda la noche a cumplir la tradición y ahora vas a huir sin cumplirla, ¡eso no es justo!- Se enfurruño bastante enserio, siendo seguido por la Manada que apremió a que el Alfa le diera el beso. El Felino suspiro conteniendo una carcajada, no es que no quisiera, lo hacía más por Jimin, pero después de todo solo era un beso de los muchos que se dieron esa noche, luego lo sacaría de allí para que nadie ni por error se aprovechara de su estado, nadie más que él tenía ese derecho.

Unieron sus labios, con la diferencia que esta vez Tae admiraba aunque aún sonrojado, ahora el deseo era el que empañaba la mirada del Omega, provocando una avalancha de nervios en su interior. De nuevo el sentimiento de que era una mala idea lo embargo, más cuando Jimin se abalanzo comenzando un beso profundo sin previo aviso, advertencia o preparación. Aquellos apetitosos belfos lo devoraron a la par que las deliciosas piernas del Lobo se cernieron en su cintura, trepándose en una pose demasiado sugestiva, donde sus débiles palmas se posaron traicioneras en los glúteos bien dotados. Aquel espectáculo estuvo acompañado de fans silbando, alentándolos y ovacionando como locas cuando el muérdago se puso colorado. La boca hambrienta tomaba al Tigrillo como el más dulce de los postres, mientras las pequeñas manos se enredaban en el sedoso pelaje moteado.

Jimin se separó de un shockeado Felino, quien se encontraba en blanco por aquella faceta desconocida de su mayor. El Omega miró hacia el muérdago, sonriendo encantado por el descubrimiento –Lo hicimos Taetae, ahora vamos en privado a consumar nuestro amor- Los colores se le subieron al Alfa por el tono sugerente sobre su acalorada oreja, sumado al roce constante del cuerpo apretado sobre él.

-Jimin, y-yo debo protegerte cada vez que bebas, es muy peligroso- Declaro asustado ante la posibilidad del inocente Lobo en los brazos equivocados, recobrando la compostura. Ignorando como el Omega tomaba la planta, salió de la fiesta con los aplausos a sus espaldas.  

CONTINUARÁ