¿Quién es más caprichoso? /SuJin (Omegaverse)

De tu amor

SeokJin tenía una característica especial y molesta, lo admitía, relacionada a ser un Omega terco que no dejaba un solo momento en paz a su Alfa. Por ellos su instinto lo levanto en la madrugada, mostrándole que se encontraba en la cama de Yoongi pero ¿Dónde estaba el Guepardo? Era un misterio que no estaba dispuesto a dejar para mañana.

Fuera en el bosque, en su forma lobuna, siguió el aroma que tan bien conocía, como si fueran gritos que le mostraban por dónde ir, por lo que dejo sin mucho tiempo para huir al Felino, que se enrollo en las raíces de un árbol, haciéndose el desentendido, pues no admitirá haber sido un cobarde. Cuando el Lobo lo encontró fue vilmente ignorado, viendo como el gran gato salvaje se escondió en un lugar bajo donde le sería difícil sacarlo a la fuerza, por lo que transmuto de inmediato, dejando que la luz de la luna brillara sobre toda la desnudez de su tersa piel.

-Yoongi ¿Qué estás haciendo?, como vas a dormir en un lugar así, es peligroso y frío. Yoongi, no me ignores, vuelve que estas malgastando tu energía- Podía percibir temblores del estilizado cuerpo lleno de manchas negras, no era el clima del Felino, no era bueno dormir a la intemperie transformado. Es más, el Lobo podía percibir la corriente fría que provocaba el propio descenso de su propia temperatura, siendo que él si estaba hecho para ese ambiente.

No sabía hace cuanto estaba el Alfa en ese lugar, porque recordaba haberlo visto hace nada en el cuarto. Ya que no hubo respuestas ni evidencia de que Yoongi iba a cooperar, no le quedo de otra que volver a su forma en cuatro patas, con el pelaje más tupido y la capa de grasa distribuida para aislarlo del sereno, un abrigo efectivo. Casi como si su corazón le suplicara que lo hiciera, se acercó al pequeño hueco donde apenas sobresalía una porción del lomo contrario, y con su hocico sobo el pintoresco pelaje, maravillado por la textura, el color y el olor, su pareja era simplemente magnifica. Se echó en la tierra, cubriendo con su cuerpo el espacio del Alfa, para proveerle de calor, así al menos ya no se iba a congelar.

Los minutos pasaban y ninguno se movía, especialmente Yoongi que estaba terriblemente tenso. Tenía ganas de alejarse, pero a la vez necesitaba de esa cercanía, aunque el sentimiento negativo no le permitía relajarse para nada. Se acomodó un poco más para recostar la cabeza en la zona mullida del lomo de Jin, ese lugar era lo más cómodo y cálido en los que su cabeza se había posado alguna vez.

El Omega podía sentir el calorcito del cuerpo Felino en todos lados, aun cuando se tocaban mínimamente. Dudando que fuera a conciliar el sueño, olfato el aire con su larga nariz, percibiendo un aroma bastante seductor, que le recordaba a la atmosfera de la fiesta. Alzando la vista se encontró con el coqueto muérdago colorado y con el listón azul, mismo que debía estar en el bolsillo de su pantalón, no allí, de nuevo en medio del bosque. Era sumamente extraño, porque solo estaban ellos dos, uno que otro demon pero nadie que pudiera haberlo llevado a ese lugar. Tal vez aun con todos sus estudios sobre el tema, seguía desconociendo mucho de la magia detrás de cada tradición.

Yoongi froto su rostro contra el lugar, empujando levemente al Lobo, quien se irguió para alejarse y darle el espacio adecuado para salir. El Guepardo se estiro como un minino, elevando su parte trasera, meneando la cola, para estirar sus patas delanteras y abrir su hocico ampliamente, como si rugiera sin sonido.

Ambos trasmutaron a su forma humana, desnudos y a la intemperie, Yoongi sintió todo el peso de su arrebatada decisión. Jin se le abalanzo para apretarlo en un abrazo íntimo, que puso en contacto todas sus zonas bajas, cosa que era nueva, los roces no dejaban de calentarlo en contraste al sereno nocturno. Aunque odiara admitirlo, se ruborizo un poco, y alguno que otro pensamiento raro le cruzó por la cabeza, aun cuando estaba enfocado en estar de mal humor y no dejarse llevar por el aroma dulce de la situación.