Llegamos a Hungry & Bored, un restaurant bar de estilo juvenil. Entramos buscando un lugar para sentarnos, y al fondo, la vi; Hadara estaba sentada en una mesa grande, y al vernos, sonrió. Nos dirigimos en su dirección.
—Llevo esperándolos buen rato, siempre me hacen esperar.
Janette la abrazó ante los ojos celosos de Tresa.
—Tuvimos un pequeño debate en el auto.
Hadara, al verme, me abrazó y sonrió.
No supe qué decir.
—Mucho gusto, soy...
—Eres Matías, lo sé. Soy Hadara.
Lo sé. Peter me empujó a un lado para que él pudiera abrazar a Hadara, y mientras lo hacía, bajo una de sus manos para tocar la parte más baja de su espalda. Antes de lograr su cometido, ella lo detuvo. Sonriendo, lo soltó.
—Nunca cambias, Peter.
—Si lo hiciera, dejarías de amarme.
Tresa no dijo nada desde que llegamos, y solo se limitó a mirar.
Tomamos asiento; Tresa y Janette en un extremo, Hadara y yo en otro y Peter en el extremo sobrante.
Tresa se mantuvo seria, por lo que Janette le dijo algo al oído, tras lo cual, ambas sonrieron.
En todos los años de instituto, no había visto a Peter, mucho menos a Janette. Me dispongo a pensar en lo perdido que estaba teniendo una vida superficial, y me doy cuenta de que en este momento me encuentro más feliz que en mis tres años de relación con Ángela. E incluso me atrevo a admitir que estoy más alegre que en todos los momentos que pasé con Cárter.
Esta mañana estaba de un humor horrible, pensando en qué podía hacer para no sentirme tan solo, tan miserable y patético. Ahora, me encuentro feliz de estar rodeado de personas reales.
