Janette y yo nos encontrábamos en la cafetería, como todos los días a la hora del almuerzo.
-¿A dónde la llevarás?
Le había platicado sobre mi conversación matutina con Hadara.
-Aún no lo sé, ¿Alguna recomendación?
-Si, tengo una.
-¿Cuál?
Dio un mordisco a su manzana, la volvió a dejar en su lugar y me miró.
-Que canceles la cita y te olvides de ella.
Quedé atónito ante aquellas palabras. Siguió comiendo como si no hubiera ningún problema.
-¿Por qué dices eso?
Dejó su almuerzo de lado para darme una mirada seria.
-No te dejes influenciar por las palabras de Peter, puede que Hadara aparente ser una persona responsable, generosa y amigable, pero no la conoces realmente. Aparenta ser algo que no es, y deberías tener cuidado con eso.
"Eso".
-Pero, es tu amiga, ¿Por qué dices eso de ella?
-Porque tu también eres mi amigo, solo estoy diciendo las cosas como son. Tú y Peter tienen una idea errada sobre ella.
-Si tu idea sobre ella es correcta, ¿Por qué siempre le coqueteas?
Su semblante carecía de emoción alguna, lo cual me preocupó.
-Es un simple juego, no intentaría algo más.
-Déjame ver si entendí; tú puedes tener tu "simple juego" pero yo no puedo invitarla a salir, ¿Me equivoco?
Otro mordisco a su manzana.
-En efecto.
-No estamos en sintonía, Janette.
-Sé que no, pero agradecerás esta conversación en algún momento.
Tomó lo restante de su almuerzo, se levantó y se fue, dejándome con más dudas de las que ya tenía planteadas en mi mente.
