Recapitulemos: fui a cenar con mi novia (ahora ex novia), todo iba bien hasta que admitió que ha estado saliendo con Carter (quien acaba de pasar a ser mi ex mejor amigo) desde hace un mes y medio. Salí del lugar, vine a casa y lo primero que hice fue entrar al cuarto de mi hermana menor, Fabiola, para contarle todo.
-Perra desgraciada
Y eso es lo primero que dijo.
-¿Cómo se atreve? ¡Él era tu mejor amigo!
-Calma, Fabi...
-¡Con tu mejor amigo! ¿Y Carter qué pensaba?
-Fabi...
-Lo más seguro es que solo sea sexo, ¿Sabes? En unas semanas los dos idiotas estarán rogándote que regreses a sus vidas vacías, y obviamente tú no lo harás, ¿Cierto?
Volteo a verla, ¿Será solo sexo?
-No lo haré
-No lo harás, eres demasiado listo como para volver a esa mierda.
¿Gracias?
-Mat, de cierto modo, deberías alegrarte.
-¿De qué hablas?
Se sienta en la cama, a mi derecha y voltea a verme.
-No digas que no lo sabes, Mat, ¿Eras feliz con esa mujer?
¿Lo era?
-Siempre estabas molesto con ella, esa perra es muy impulsiva y siempre tenías que estar limpiando su desastre.
-¿Cuál desastre?
-Sabes a qué me refiero.
Retrocedo el tiempo en mi mente, recordando cada momento con Ángela. ¿Siempre estaba enojado con ella? Es cierto que es muy impulsiva y hace las cosas sin siquiera pensarlo, pero, ¿Ese es motivo para no haber sido feliz con ella?
-No lo sé, Fabi.
-Lo sabes, Mat, pero no quieres admitirlo.
En el fondo lo sabía, pero aceptarlo me costaba un poco. En estos tres años que estuve con ella, nunca me detuve a pensar si realmente era lo que yo quería; no quise darme cuenta de que tal vez ya no era amor, si no una costumbre. Admitirlo ahora no sirve de nada, no hace que me sienta mejor, no me reconforta.
Pensar en que en este último mes Ángela estuvo con alguien más al mismo tiempo en el que estaba conmigo me hace sentir patético, ¿Por qué no me di cuenta? Dudé varias veces de ella, pero había señales visibles para mí, así que descarté mi paranoia.
Que Carter haya hecho lo que yo no hice, bueno, ni siquiera sé cómo me hace sentir. Era mi mejor amigo, y creo que lo único que me duele es su traición.
-¿Mat?
Chasquea los dedos frente a mi cara, lo cual hace que mi atención se centre en ella.
-No te ves bien, deberías ir a descansar.
-No creo que descansar vaya a ayudarme mucho.
Me levanto de la cama y camino hacia la puerta, cuando estoy a punto de abrirla me detengo y volteo a ver a Fabiola, quien también me está observando.
-Gracias por escucharme.
Sonríe de lado.
-Me has escuchado más veces, la que te tiene que agradecer soy yo.
Sonrío por primera vez en la noche, abro la puerta y salgo de la habitación. Recorro el gran pasillo en dirección a mi cuarto, pero en cuanto paso enfrente de la habitación de mis padres, me detengo un momento. Cada noche, desde hace unos días, los escucho discutir, y hoy no es la excepción. Decido ignorar los gritos y sigo mi recorrido.
Al entrar en mi cuarto, cierro la puerta y me recargo en ella, ¿Qué voy a hacer el resto del año escolar? Mi grupo social consistía en Ángela y Carter, y no me agrada la idea de empezar de cero.
Tal vez descansar sea lo mejor en este momento, me despojo de mi ropa exceptuando mis boxers y me meto en la cama. Conforme avanzan los segundos, mi sueño va aumentando, hasta que no puedo más y me dispongo a dormir.
