"¡HEAR ME!" ♡BaekSoo♡

3

—Hola...— saludó tímidamente acercándose poco a poco aquel chico que otra vez se encontraba sentado bajo aquel árbol. — Hola.— alzo más la voz colocándose a su lado intentado que este levantara la mirada de aquel libro que leía hacía el, pero nada de eso funciono: ¿acaso está ignorándome?

—¡Hola!— grito inclinándose a su lado. Lo que no se esperaba al hacer aquel movimiento era asustar al chico, y este le mandara una buena zopa con su libro.

—Demonios...— chillo de dolor ya tirado en el suelo sobándose la nariz lastimada.

Antes de que esperara una disculpa de él le vió levantarse e inclinarse como disculpa repetidas veces.

— No te preocupes.— intento sonreír apesar del dolor levantándose del suelo colocándose enfrente suyo. Ante el más bajo no decir nada más aclaro su voz sintiéndose algo extraño al verle con la mirada en el suelo.—Yo solo quería darte las gracias por el almuerzo de ayer.— sonrió sacando de su mochila el platito limpió con el cubierto.

El levanto la mirada entendiendo, y estirando sus manos hacia el plato y los cubiertos que tenía en sus manos, así en el proceso sus dedos rozándose en un leve y cálido toque.

— ¿Como te llamas?— le pregunto ahora observándolo fijamente con esos ojos saltones y brillantes que poseía.

— Me llamo Baekhyun, pero me puedes llamar solo Baek.— sonrió cálidamente. —Por un momento llegue a pensar que eras mudo.—comento algo divertido y aliviado de que no fuera así, el más bajo asintió seriamente.— Este es mi segundo año en la universidad, soy de la escuela de ciencias naturales.—

—Mucho gusto.— solo respondió antes de girarse hacia sus cosas, y empezarlas a recoger para irse.

—¿Ya te vas?— pregunto extrañado por lo poco que duro la conversación.

— Se me hace tarde.— murmuro ya dirigiéndose en dirección contraria a hacia los edificios en donde se encontraban los salones de clases.

—¡Oye! Espera.— corrió detrás de el mas bajo alcanzando su paso. – Quisiera preguntarte una cosa.— se tomó el atrevimiento de agarrar su brazo para detenerlo. A el más bajo no le quedó de otra que detenerse y mirarlo de carga como si ese personaje sonriente y ademas de torpe hubiera perdido la cabeza.

— ¿Me podrías vender un almuerzo como ayer?— el más bajo quiso reír ante sus pla labras pero se contuvo para no ser irrespetuoso.— No me malinterpretes o pienses que estoy loco, pero de verdad es el mejor bento que he probado en toda mi vida.— confesó con mucha sinceridad.

— No los vendo, lo siento.— murmuro en voz baja.

— Por favor, hago lo que sea.—levantó sus dos palmas en muestra de suplica. Al el mas bajo darse cuenta de que ese chico no bromeaba decidió acceder, ademas una mano a un asunto que lo tenía preocupado no le haría mal.

— De acuerdo, pero solo aceptare si me das algo a cambio.— aclaró.

—Te daré lo que sea.— acepto sin mas.

—Bueno pues ¿tu podrías...—