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AUTHOR: whatawanderlustworld
FICTIONAL CHARACTER: Stiles Stilinski
WORD COUNT: 4.513 palabras
NOTES: Es el Smut 👀 más tierno que escribí en mi vida.
Prohibida la adaptación o copia de cualquier tipo.

Conocí a Stiles a los 12 años, cuando me mudé a Beacon Hills

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Conocí a Stiles a los 12 años, cuando me mudé a Beacon Hills.

Nuestros padres eran viejos amigos, mi padre había estado en América un tiempo buscando una casa donde vivir y allí conoció al de él, Noah Stilinski.

Para ese momento yo recién comenzaba con el baile en una academia de danzas a la que iba después de la escuela, con una profesora muy libre de mente. Siempre trató de que busquemos nuestra originalidad y despertar la sensualidad de nuestros movimientos.

Eso desembocará en algo que les contaré más adelante.

Stiles era la persona más extraña que había conocido hasta el momento. Era divertido pero mal humorado, era simpático pero su sarcasmo muchas veces hacia que quiera matarlo. Era humilde y engreído a la vez. Cariñoso. Leal. Impulsivo. Verborrágico. Impredecible. Temperamental. Y por sobre todo, muy difícil de describir.

Pero de alguna manera se ganó mi respeto y cariño, aunque en ese momento jamás me hubiese imaginado que iba a ser tan indispensable para mí como lo es ahora, casi 4 años después.

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El reloj marcó las 21 horas indicando que nuestra clase de danza había terminado. Habíamos estado en clase 4 horas seguidas sin descanso alguno ya que logramos clasificar en las nacionales y no parábamos de sobre exigirnos.

La parte principal de la coreografía la hacía yo. En el medio de la presentación, mis compañeros se retiraban del escenario dejándome a sola, iluminada por una tenue luz que resaltaba todos mis movimientos. Una melodía sensual comenzaba a escucharse y yo debía sacar de adentro mío la mayor cantidad de salvajismo y sexualidad que posea, lo cual era un problema.

Tanto yo como mis profesores sabíamos que algo me faltaba si quería arrasar en las nacionales. Algo puntual.

—Sarah ¿Puedo hablar contigo? —la voz alcanzó mis oídos mientras estiraba mis músculos en el suelo. Era Rebecca, una de las profesoras de la academia.

Asentí mientras rápidamente me levantaba del suelo. La joven de no más de 23 años me indicó que la siga, alejándonos del resto de los alumnos para llegar a un rincón del estudio de baile.

—Sarah, no te pediría esto si no supiese que eres capaz —aclaró en voz baja — Hago esto porque se que tu puedes. Se que tienes el potencial y que te quieres dedicar a esto. Si fuese de otra forma, simplemente me quedaría callada. Tienes mucho potencial. Bailas como nunca he visto a alguien bailar. No estoy diciendo que no merezcas la parte esencial de la coreografía, pero tienes que saber transmitirla.

ONE SHOTS,     dylan o'brien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora