Capítulo 3

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Mi corazón despierto estaba cuando antaño joven era

de alegrías se llenaba, entre cantos y bellezas,

el amor lo inundó cuando tu presencia a mi llegó.

Si el tiempo regresar atras pudiera

a tu lado volvería y tus lágrimas secaría...

--Suena mejor de lo que esperaba--dijo Olorin a espaldas de Bilbo, el viejo hobbit lo miró sentarse a su lado, estaban en uno de los mejores jardines del palacio, mientras Frodo caminaba con Celebrian, quien lo estaba ayudando a adaptarse.

--Miraba atentamente las flores y me recordaron por un instante a Bolsón Cerrado, al jardín que había enfrente, en realidad, que por cierto no hubiera existido de no ser porque Samsagaz lo cuidaba muy bien--Bilbo inhaló profundamente, como si el olor de las margaritas, los jaminez y las violetas que crecían en el jardín de Bolsón Cerrado, viajaran con el viento y llegaran hasta él.

--Sin embargo lo que acabas de componer no se refiere a los jardínes que has dejado atrás--opinó Olorin, el hobbit dejó salir una media sonrisa.

--Tienes razón, no tiene nada que ver con las flores y las abejas, pero eso me llevó al recuerdo de cuando fuimos con Thorin y compañía hacia Erebor, hubo un pequeño poblado por el que pasamos, donde descubrí que los hobbits no solo habitaban en la Comarca--Olorin no pudo contener la risa y dejó salir una gran carcajada de sus labios, reía tanto que algunos elfos que pasaban por ahí terminaban contagiados por la risa, el istari reía a mas no poder, pero se calló cuando con la punta de su bastón Bilbo lo golpeó en el estomago.

--¡Ay!--se quejó mientras se sujetaba el estomago--¿y dices que eres un viejo?

--Podré ser viejo, pero aun tengo fuerzas para ponerte en tu lugar y para enderezar a Frodo--la voz de Bilbo sonaba autoritaria--no necesito rejuvenecer como otros.

--Esta bien, esta bien, no te exaltes, le puede hacer daño a tu salud--se volvió a burlar Olorin y de nuevo recibio un golpe pero esta vez en la cabeza--¡Ay!

--Deja de burlarte de mi, viejo adicto al tabaco--lo que dijo hizo reír a algunos que pasaban en ese momento.

--Está bien, dejaré de burlarme, pero no me negaras que el poblado al que te referias era a Lundendel, donde nos hospedamos por una noche en una taberna, lugar que era atendido por cierta hobbit hermosa de ojos violeta--Olorin miró como el mediano se ruborizaba--te negaste a pasar de nuevo por ese lugar cuando regresamos.

--Su nombre era Merya Pradosazul--dijo Bilbo evocando viejos momentos--y sí, era hermosa.

--¿Te enamoraste de ella?--Olorin formuló la pregunta sin pensarlo, Bilbo lo miró directamente a los ojos con cierta rareza.

--Y se puede saber ¿de cuándo acá yo soy el viejo que da lecciones con la experiencia de sus años?--ambos comenzaron a reír

--Mi querido Bilbo, todos apostamos a que volverías a buscarla

--¿Y como quedó la apuesta?

--Digamos que me hiciste perder muchas monedas de mi recompensa--dijo el istari entre carcajadas--¿por qué no regresaste?

--Algo me decía que ella no vendría conmigo--contestó con pesar pero sin dejo de tristeza--¿además alguien me esperaba?--y sus ojos se posaron en Frodo que miraba impresionado los trucos que se podían hacer con las flores de ese lugar. Olorin miró también al mediano, le alegraba ver que se adaptaba cada vez más al lugar, pues ya habían pasado varios meses desde que habían llegado, pero al mirar a Bilbo, lo veía feliz, pero al mismo tiempo nostálgico, como si anhelara algo. El istari recordó aquella vez que se había puesto a mirar los estantes de libros de la biblioteca de Bilbo, tenía títulos muy comunes, como lo eran Las Pocas Aventuras de los Tuk, Recetas de Galletas de la Abuela Gamyi, Cómo Extraer la Mejor Hierba para Pipa, por el tío Meriadoc y más títulos que a sus ojos eran aburridos, los hobbits no tenían fama de ser buenos escritores...Tal vez no los libros, pero sí sus escritores, las palabras de su maestro llegaron a su mente, de manera que a eso se refería.

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