Cuidado con lo que hablamos con nuestros niños.
Una tarde, sentada en el sofá llego la pequeña Carolina. Frustrada, solo la salude y seguí viendo la televisión. No podía reponerme de esa pequeña mostruo. Era malcriada por sus padres, y por sus abuelos. Y yo, odiaba eso. Mi padre se sentó al lado mío y comenzamos a comentar el programa que estaban pasando, cuando la pequeña golpeo a mi padre en la cabeza. Todos, excepto sus padres que no estaban, se sorprendieron que una niña fuese tan masculina para sus actitudes. Les sorprendía que una niña hiciera algo de niño, pero no la acción en sí.
Cada vez que la regañaban por sus acciones, lo hacían mirando otras cosas, pero nunca se dirigían a ella. Y cuando lo hacían mirándola a los ojos, se paraban frente a ella como un edificio e imponían autoridad, esa autoridad desechable.
Me paré del sofá, me di la vuelta en dirección a ella.-¿Te das cuenta de lo que ha hecho?- La mire a los ojos, acomodandome para quedar a sus altura. Tranquilamente seguí.-Tu, golpeaste a mi papá, y esta mal, ¡Mal!- La niña se quedo quieta.-Pero no es su culpa, porque ella tiene padres para eso, pero ustedes, ustedes se ríen cuando ella hace algo malo, ella piensa que esta bien y lo volverá hacer- Apunté con mi mano derecha hacia mi familia y con la otra hacia ella- Ella, necesita que le enseñen. Ustedes hacen diferencias en los programas que hay que enseñarle, en la ropa que debe vestir, pero no hacen diferencia en la educación que ella debe recibir. La tratan con una delicadeza que solo los hace vulnerables, porque ella no es cachorro. Ella es una persona, que en un futuro actuara como ustedes. Pero ella- La mire a los ojos- Ella no quiere ir a la escuela y es una niña hiperactiva. Y aun así ustedes la tratan como si fuese una niña común. Es cuestión de tiempo para que se arrepientan de sus notas, o peor aun para que vean el tiempo desperdiciado en su crecimiento, no sabrán en que momento comenzó a desarrollar algún talento con esa actitud. Basta!-
Me senté, y coloque un programa de animales para ella. Carolina, callada, se sentó a mi lado, se recostó en mi pecho y me pregunto por un oso. El resto de la hora estuvo quieta.Los niños son inteligentes, pero nosotros los limitamos a un mundo de caricaturas. Los niños son sensibles pero los limitamos a ver la realidad allá afuera. Los niños son aventureros, pero los limitamos a jugar con tierra. Los niños quieren nuestra atención pero nosotros la suplantamos por juguetes sin vida y programas mediocres. Los niños son igual que nosotros, pero sin los mismos errores cometidos. Por eso ¿Porque no les enseñamos de ellos?
Olvidamos que nosotros fuimos niños.
Y que los niños mas que el mañana son el ahora.

ESTÁS LEYENDO
El mundo de HOY
NonfiksiUna vez un muchacho dijo, para cambiar el mundo hay que empezar por el hombre en el espejo. Un hombre dijo, que la educación es el arma mas poderosa. Una mujer dijo, que no pararía de trabajar [ayudando] puesto que tendría toda una eternidad para de...