De aquí a la Luna (Pausada)

Capítulo 6

Neidelyn POV

Estoy alistando todo para irme a mi departamento en esta ciudad, el doctor blake dijo que me llevaría, no me gusta mucho la idea de irme con él, no se que me pasa.

Cuando estoy cerca de él, siento una opresión en mi pecho, me siento nostálgica, pero a la vez atraída, en su mirada puedo ver reflejada la tristeza, el miedo, el dolor, ¿por qué se sentirá así?.

Llevo ropa nueva, que el doctor me compró en contra de mi voluntad, al parecer la ropa que andaba en el accidente estaba muy sucia.

Volteo para dirigirme a la salida, y me asusto, él esta recostado en el umbral de la puerta, viéndome, con sus brazos cruzamos. Cuando lo miro a los ojos puedo notar un brillo en ellos.

Ignoro la manera en la que me mira y me dirijo a la puerta.

- ¿Lista?

Asiento sonriendo.

Nos dirijimos a la salida de la clínica, afuera de ella esta parqueado un lindo auto negro, él se acerca a la puerta de copiloto, la abre para mí.

Me adentro en el auto, él sube de inmediato, enciende el auto, yo le doy la dirección del departamento.

El camino es silencioso e incomodo, no se que le puedo decir a una persona a la que no conozco, es el culpable de que tenga un yeso en mi brazo y todavía me hace sentir una sensación extraña en el pecho.

Lo observo, tiene el cabello castaño, bien recortado, sus ojos son mieles, su cuerpo esta muy bien cuidado, tiene una ligera barba, que hace que se vea muy sexy, sus labios son carnosos.

Él sonríe, de inmediato volteo mi vista a la ventana.

- Se que me estabas viendo.

- No, yo no, no estaba...

Mierda.

- Oh no tranquila, es irresistible no verme - sonrío falsamente.

- No, no te creas tan importante, solo trataba de recordar la cara del tipo que me atropelló para odiarlo el resto de mi vida.

- No creo que me odies, se que en el fondo te sientes atraída por mí.

Volteo los ojos, es un patán, me atropella, me impide irme sola a casa, y se cree muy fabuloso. Lo que no sabe es que la única fabulosa aquí soy yo.

- Ya quisieras, mejor llevame a mí departamento.

- Como usted diga señorita, Neidelyn.

Que bien suena mi nombre con su voz. Ya estás pensando en él, solo es un desconocido, no lo conozco, sólo el tiempo que lo he visto, en lo poco que ha estado pendiente de mí, en la clínica. No me puede gustar es un desconocido muy patán.

Oh, si que te gusta, querida.

Callate conciencia, no ayudas en nada. Él me saca de mis pensamientos.

- Listo, llegamos.

Se baja del auto, pasa por el frente del auto y me abre la puerta, me bajo y él me sigue. Lo detengo.

- Ya me trajiste, puedes irte, yo puedo entrar sola.

- No, no te dejaré aquí, te puede pasar algo, prefiero dejarte en tu departamento, donde se que ya estas a salvo.

Volteo los ojos. Este hombre es demasiado fastidioso y terco.

Enojada empiezo a caminar hacía el edificio, con él detrás mio.