Neidelyn POV
Llegamos al hospital hace unos diez minutos y aún no nos dan noticias de lo que pasó y cómo se encuentran, el doctor ha estado desesperado para saber cómo están sus padres, pero al no trabajar en este hospital no lo han dejado entrar.
Pasan unos minutos que parecen eternos, un doctor sale y se acerca a nosotros.
- Familiares del señor y la señora Blake.
- Yo, soy el hijo – dice dirigiéndose hacia el doctor.
- Yo soy el doctor Cooper, estoy a cargo de sus padres, ellos están fuera de peligro, su padre en especial ya está bien, solo que con algunas costillas fracturadas, golpes leves y un pie fracturado, que en el momento del accidente quedo prensado en el carro, pero... su madre aun no despierta, por el momento se encuentra estable, pero sólo debemos esperar a que despierte, por algún trastorno debido al golpe.
- Muchas gracias doctor ¿puedo ver a mi padre?
- Claro, está en el área de recuperación, le estaré informando sobre su madre más tarde.
El doctor Blake me mira, me cerco a él y de inmediato me rodea con sus brazos, su aroma de inmediato llega a mis fosas nasales, huele tan bien, su corazón se escucha acelerado, peso su respiración es tranquila, estamos abrazados por unos minutos en los que pareciera que no quiere separase de mí. Cuando se separa de mi me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa.
- Acompáñame donde mi padre.
- ¿Seguro no quieres entrar solo?
- Por favor – dice haciendo puchero.
- Está bien, ganaste – él sonríe.
Se ve muy tierno haciendo puchero, se ve tan lindo sonriendo, sus lindos ojos se le achinan cada vez que sonríe. ¿Por qué estoy pensando estás cosas?
Porque te gusta.
No me gusta.
Si, y yo que soy tu conciencia lo sé.
Estúpida conciencia.
Él toma mi mano y dejo la pelea interna con mi conciencia, su mano es cálida y me transmite seguridad, tomo su mano con fuerza para brindarle apoyo, para que sepa que estoy aquí con él.
Caminamos un largo pasillo hasta llegar al área de recuperación, entramos en la habitación, en la cama hay un señor de unos 55 años, con su pelo blanco, piel clara, al sentir nuestra presencia él abre los ojos y se voltea hacía nosotros, tiene los ojos verdes, el doctor no tiene ese color de ojos, lo debió sacar de su madre ¡seguro!
También se le ven varios golpes en el rostro, lo más grave que se le ve físicamente es su pierna fracturada.
El señor tiene esa mirada que inspira tranquilidad, así como la del doctor.
- Francisco hijo – dice el señor
- Padre...
Sólo eso logro oír para sumergirme en mis pensamientos. Su padre le acaba de llamar Francisco, ¿oí bien? La sola mención de ese nombre me hace recordar mi pasado, ese chico tierno, ese chico que ame tanto en mi adolescencia, y no sólo en mi adolescencia si no también en mi adultez, sufrí varios años por él, llegue a extrañar tanto nuestras conversaciones nocturnas, las tantas veces que me hizo sentir especial y me ayudo a salir de los abismos constantes en los que caía, lo extrañe demasiado.
Esto podría ser una gran coincidencia, que él se llame igual que mi primer amor, si eso debe de ser una coincidencia, no pueden ser el mismo, no, no y no.
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De aquí a la Luna (Pausada)
RomanceNeidelyn, tiene 28 años, es gerente en una empresa hotelera muy importante de su país, sus jefes deciden darle un mes de vacaciones, por su gran desempeño con la opción de pagarle un viaje a cualquier lugar al que quiera ir a disfrutar de sus mereci...