Tem. 2 - Cap. 18

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Se que es corto, pero prefiero darles esto a dejarlas sin capitulo.

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Erick observaba detenidamente cada vez que Yoandri llevaba un bocado de comida a su boca.

Sentía que su corazón latía con demasiada fuerza, acompañado con un sentimiento sin poder explicar debido a su bipolaridad.

-¿Esta buena? -pregunta refiriéndose a la comida que él mismo preparo.

-Si -Yoandri lleva otro bocado- No sabia que también cocinabas.

-Bueno, Joel entró en el restaurante por mi -Erick se halaga a si mismo, también quería darle celos.

-Que raro -responde el ojiclaro- Habíamos hablado días antes para que por fin trabajáramos juntos.

Joel permanece callado, se supone que era una charla amigable.

-Oh, fue por que yo le dije que llevara a uno de sus amigos al trabajo -el ojiverde se sentía un ganador- No quería que estuviera solo...

-Claro, yo soy una gran compañía -la mirada de Yoandri se volvió penetrante y malvada.

-Por supuesto que si, en el trabajo.Claro que al venir aquí me tiene a mi. -agrega antes de seguir comiendo.

-Que agradable fue tenerlo en mi casa y ser su única compañía en esos días -Yoandri sentía que ya había ganado, pero el ojiverde también tenia su carácter.

-Sus llamadas nunca faltaban -finaliza Erick con un sonrisa y ve como Yoandri suelta un "mierda" por sus finos labios.

Joel, el cual analizaba la situación, comenzaba a marearse.

Se paró, notando que ambos chicos lo miraban -¿Les molesta que vaya a dormir? -preguntó, a lo que ambos ojiclaros respondieron con un "no" haciendo que Joel subiera las escaleras y entrara a su habitación.

Yoandri siguió comiendo, cuando sintió como sus párpados se iban cerrando.

-Creo que es mejor que me vaya -suelta y pasa la servilleta por sus labios.

-No te hará bien irte, es mejor que te quedes aquí. Hay una habitación libre, la de Simón, se qué no le molestaría -palabras que también eran hirientes para el mismo salieron de su boca.

-No quiero molestar - "tu ya lo haces, Yoyó" pensó Erick.

-No vas a hacerlo.

Con pasos con poca conciencia, se dirige al cuarto del ex hijo, apenas llhijo. sus ojos caen cerrados y el peso de su cuerpo es tendido en la cama, estando en un sueño profundo.

Erick, quien estaba observando todo, acercó una silla a la habitación, sacando de un cajón una soga y un pañuelo.

Haría lo que probaría la muerte de su hijo.

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