Instagram || Joerick || Terminada

∆Tem. 2 - Cap. 2∆

-Erick... -repitió atrás de la puerta-

Erick no contestó.

-¿Quieres chocolate? -dijo con una sonrisa y apoyó la cabeza en la madera-

Aunque Erick siempre se dejaba llevar por el chocolate, esta vez no iba a hacerlo, esta vez no iba a perdonarlo tan fácil.

-No -gritó-

-No fue mi intención decirtelo...

-De todas formas, lo dijiste.

-Es qué estaba frustrado por el trabajo y me descargué contigo... Perdón, bebé -intento abrir la puerta pero fue imposible-

-Ah, claro, conmigo sí pero con tu amiguito no... Genial, ¡La estaban pasando tan bien!-se acostó en la cama y dio una risa sarcástica-

-Erick...

-Ya que estabas tan frustrado, trajiste un amigo a casa y PUM, se te fue la frustración. Ah, pero llega el rabioso y la frustración vuelve a aparecer -Erick río de pena-

-No lo tomes así...

-¿CÓMO MIERDA QUIERES QUÉ LO TOME? -gritó y se tomó los pelos y los tironeo, quería salir de ahí pero Joel no lo dejaba-

-Dejame pasar, bebé...

-N...no -la palabra "bebé" tenia poder sobre él, pero no iba a dejarse lleva, como ya dijo-

-Hablemos adentro, si seguimos gritando, el bebé se va a despertar - Joel se frotó la cara con las manos-

-Solo por Simón, qué te abra no quiere decir que quiera verte -Erick dudó, pero fue hacia la puerta y la abrió ignorando a Joel y se fue hacia la cama, donde se sentó y miró al techo-

-Bebe... Perdón... -trató de tomarle las manos pero Erick las alejó-

-No hay perdón, Joel, vas a dormir en el sillón, como lo has hecho los dos últimos meses.

-Por qué tu no me dejabas entrar.

-Por qué ni siquiera lo intentabas.

-Bueno, mira, prometo que esto va a cambiar. Voy a ponerte mas atención y voy a pasar mas tiempo con ambos, por qué son mi vida. -Joel sonrió y miró fijo a Erick, quien lo miro decepcionado-

-No me tienes que poner atención por qué yo me estoy quejando, lo tienes que hacer si eso es lo que amas hacer, no por qué yo te obligué -se le salió una lágrima, de verdad quería arreglar todo pero sentía que esto no iba para más-

-Y es lo qué yo quiero, bebé. Te amo, y creí que ya lo sabias -sonrió-

-Yo lo sabía, pero luego de todo esto, me doy cuenta que ya te cansaste de mi... -miro hacia abajo-

-¿Por qué?

-Ya no me miras, ya no me tocas, ya no nos prestas atención, ahora traes amigos a casa y resulta que me haces quedar como un rabioso y me haces pasar vergüenza...

-¿Qué quieres decir?

-Si quieres... Si quieres nos divorsiamos -un llanto salió del menor, no quería dejarlo, pero si él quería, no iba a interponerse-