Nohla (Louis Tomlinson & Katherine Díaz)

Capítulo 15

-Encantada soy Lydia- se presentó mi jefa, soltando el plato que llevaba en la mesa- tú debes de ser Carolina.

-Sí, un placer.

Mi amiga no había parado de asombrarse desde que puso un pie en su futuro trabajo. Había repetido un millón de veces que le encantaba la decoración, y el estilo que tenía la cafetería. Cuando se nos acercó Lydia, su boca susurró un "wow". El uniforme le había encantado, no podía esperar al ponerse el suyo. Le presenté a las chicas, aunque solo a la mitad, ya que las otras entraban por la mañana.

-¿Cómo me queda? ¿Muy corto no?- volvió a preguntar Carolina mientras se pegaba tirones de la falda.

-Un poco, se me olvidó decirle a Lydia que eras más alta que yo- me excusé- pero te queda bien, ya verás cómo te acostumbras.

-Eso espero.

Trabajamos sin hacer una pausa. Carolina y Lydia estuvieron atendiendo las mesas juntas, mientras que Lorena y yo nos encargábamos de las mesas que se encontraban en la terraza. No parábamos de entrar y salir cargadas de cosas. Cuando no había que traer nada, pocas veces pasaba, nos queábamos en la puerta o dando vueltas por las mesas, recogiendo las tazas vacías o los platos.

-Kat, no mires, pero se acaban de sentar un grupo de chicos en esa mesa de la esquina- susurró cuando pasó por mi lado.

-¿Y?- pregunté alzando una ceja.

-Qué son monísimos, además el de los rizos no deja de mirarme- Lorena se sonrojó al instante, mientras miraba a donde supongo que estarían esos chicos.

No hice mucho caso de lo que dijo, además ella se ocupó de esa mesa durante toda la tarde así que no llegué a ver a esos chicos.

-Lorena, te toca ir a la caja- dijo Lydia saliendo a nuestro encuentro.

-Puedo ir yo- me ofrecí guiñándole un ojo a Lorena, esta susurró un "gracias"

-No, le toca a ella, mañana te toca a ti. No me cambiéis el horario ¿vale?- intentó que sonara amable, pero la veía agobiada, por el gran número de personas que había.

-De acuerdo- dijo Lorena, más alegre de lo que esperaba. Pasó por mi lado y me sonrió- me ha dado su número- me reí disimuladamente.

-Me alegro, pero nada de traerlo a casa.

-Ya veremos...-sonrió pícara.

Tuve que hacerme cargo de todas las mesas que había fuera. Por suerte todas habían pedido por lo que solo tenía que recoger y limpiar las mesas que estaban vacías. A la mitad de la tarde ya se habían ido casi todas las mesas.

-Señorita- dijeron a mi lado.

-Dígame- respondí, sin apartar la vista de la libreta de pedidos.

-¿Dónde están los baños....?- hizo una pausa- ¿Kat?- levanté la vista rápidamente.

-¿Liam?- pregunté- ¿qué haces aquí?

-Tomarme un café con los chicos. La pregunta es ¿qué haces tú aquí?

-He venido a vivir a Londres, mientras estáis en el programa y eso.

-Eso ya lo sé.

-Pues...las casas en el centro de Londres no son baratas, no me llegan los ahorros. Así que estoy trabajando aquí.

-Me alegro por ti- sonrió sin mostrar los dientes- ¿me puedes decir dónde están los baños?

-Dentro a mano izquierda.

-Gracias- dijo antes de desaparecer.

Cuando me giré miré fijamente la mesa que estaba en la esquina, entonces los vi. Caminé rápido hacia la mesa 18, en la que estaban.