Maldición.
aprieto el botón, las puertas se cierran de golpe y siento mi garganta seca,....
Al llegar al tercer piso, me bajo del ascensor apresurada, como si ellos me siguieran, saco de mi bolso las llaves del apartamento y entro, recuesto mi cabeza en la puerta respirando hondo.
Lisa tiene razón soy una cobarde.
(...)
Se acerca a mí lentamente y me encuentro contra la pared, esta tan cerca que puedo sentir su aliento en mi piel.Mi respiración se corta cuando de repente posa sus manos en mi espalda baja y me tira contra él. Su boca capturó la mía, al instante me fundí en él y envolví mis brazos a su alrededor.
Su beso fue exigente, casi castigador y me deleite con él -Lena-susurró con voz ronca, la palabra llena de necesidad mientras sus manos toman mis caderas sosteniéndome,me moldeo a su cuerpo,mientras que sus labios inspeccionando mi cuello, me jaló más cerca, presionándome contra su pecho. Una de sus manos se desliza bajo mi camiseta,encendiendo todo a su paso, el movimiento de su lengua en mi cuello arrebató un gemido desde el fondo de mi garganta.
Las manos de Owen rodearon mis muñecas y fijo mis brazos por encima de mi cabeza mientras presionaba su erección cubierta por sus jeans entre mis piernas -Owen-supliqué; de repente se separara de mí, y un velo negro pasa ante mis ojos...
El sol atravesó las persianas de las ventanas, despertándome mucho antes de lo que hubiera querido,alcancé mi almohada y me cubrí el rostro con un suspiro,me estremezco ligeramente, enserio había tenido un sueño subido de tono con el sexy mariscal de campo, suelto una carcajada, no puedo negar que Owen es una maravilla para la vista. No me lo puedo creer, si no me hubiera despertado estuviera arrancándole la ropa, no pude evitar reírme con ganas.
Mi subconsciente es un cabrón.
Me levanto de la cama y bajo el vestido enrollado en mis caderas, vuelvo a reír, ayer fue un día muy agotador, me entere que mi mejor amiga esta en cinta y los hermanos pryce estaban en la puerta de mi edificio.
(...)
Tras cambiarme y ponerme unos pantalones de yoga, y una camiseta de tirantes que deja mi estomago a la vista ,me arrastro hasta el salón para rellenar el plato de comida de Rufus, lo recogería de la casa de mis padres, después de mi turno en la noche.
Ayer, aprovechando la mañana saludé a mis padres, estaban solos, sentados frente a la televisión viendo algún tipo de programa de supervivencia, me uní a ellos con un tazón de palomitas, me gusta pasar tiempo con ellos, me relaja. Gracias a Dios no había rastro de Adam,no quería algún tipo de roce que pusiera el ambiente tenso en casa.
Antes de irme deje en manos de mi padre a Rufus no quería dejarlo solo mientras que asistía a la cena de Lisa, Jack no se lleva muy bien con los perros de gran tamaño como mi mejor amigo, cuando tenia aproximadamente cuatro años, fue de visita a la granja de una amiga de su madre, tenían un perro que se lanzo hacia él, fue llevado al hospital y recibió puntos de sutura en su pantorrilla, aparte no hay mucho espacio por las cajas que adornan la sala de mi apartamento, bueno en unos días no seria mío, estaba en venta.
Este era mi lugar, desde que comenzó mi vida universitaria, tenia mi espacio, en el cuál nadie me molestaría, siento un poco de pena por abandonar este lugar, pero la vida tiene que seguir. Camino descalza hacia la cocina enciendo la cafetera,balanceo mi taza de café en el borde del zócalo del lavado esperando que este lista mi bebida favorita. Mientras tanto saco mis lentes de la gaveta donde las guardaba siempre y las acomodo en mi rostro, también recojo mi cabello en un moño desordenado.
Lleno mi taza hasta el borde y saboreando mi dosis de medicina matinal, el aroma tenía un efecto calmante, aclaraba mi cabeza, de cierto modo.Cojo el periódico de encima de la mesa, ojeo las paginas una a una.
-Abre la puerta cariño-la dulce voz de Lisa llega a mis oídos.
>>Tienes un visitante inesperado, estaba afuera de tú edificio y me ha reconocido-dice a través de la puerta.
-Un momento-Quien podría ser, nadie más venia por aquí, aparte de Lisa y mis padres. Mirándome, debatí en cambiar mi atuendo, no estaba muy presentable en este momento,así que decidí soltarme el cabello y quitarme los lentes.
-Estamos esperando que tu dulce trasero abra la jodida puerta-sus puños golpean la madera.
Estoy a punto de girar el pomo cuando escucho su voz- ¡Que mierda!
>>Esto es pasar el limite, no te voy a dejar entrar-limpio mis manos sudorosas en mi pantalón- Así que vete Owen.Mi mente no esta trabajando muy bien, necesito terminar mi café inmediatamente.Porque Lisa no lo ignoro y siguió su camino, no, esta empeñada en que salga con él ,Golpeo mi frente un par de veces.
No puede ser, donde esta el portal que te lleva a otro mundo, lo necesito en este momento.
-No lo creo Doc-imagino que le causa una gran satisfacción mi reacción.
-Tu amiga embarazada también esta esperando que nos dejes pasar-agrega Lisa.
Suspiro derrotada, abro la puerta y me quedo plantada en el piso como una idiota,me doy cuenta que lo estoy mirando sin parpadear,su cabello dorado es desordenado, pero de una manera que parece intencional,su rostro tiene la barba de alguien que ha olvidado afeitarse durante varios días, no estaba ahí la ultima vez que lo vi y sus largas piernas lucen unos pantalones de chándal que se ajustaban a sus musculosos muslos. Me digo a mí misma que no es de extrañar que tantas mujeres arrojen sus bragas por el frecuentemente.
-¿Puedo entrar?
Sintiéndome como una idiota por estar mirándolo fijamente, retrocedí y los deje entrar al pequeño vestíbulo, su olor conquisto el espacio inmediatamente.Me sonríe con altanería y me mira de arriba abajo,como yo lo estaba haciendo hace un momento, se detiene más tiempo en mis pechos, bajo la vista y me doy cuenta que no llevo sujetador, siento que enrojezco de los pies a la cabeza, cruzo mis brazos y no dejo que me afecte su mirada.
(...)
Arrastro a Lisa por el pasillo hasta mi habitación-Ni siquiera pienses en ello.
-¿Qué?-lisa hace un puchero.
-Y tampoco te hagas la inocente.Puedo ver tus intenciones, estas dando vueltas por la habitación, creando un plan de escape- camino hacia mi cómoda sacando un sujetador, lo sacudo en su rostro, no me gusta su silencio -¿No tienes nada que decir?.
-No- se encoje de hombros indiferente-ya hemos hablado del tema, así que me voy a ir y los dejare solos- sale del dormitorio, me pongo rápidamente el maldito sujetador y voy detrás de ella.
Owen esta cómodamente sentado en mi reducido sofá, su cuerpo cubre la mayoría de espacio, intercambia varias palabras con Lisa no logro entender lo que dicen, avanzo y miro a la rubia sacar algo de su bolso y se lo lanza a Owen.
-No creo que me sirvan de mucho- avanzo hacia ellos, Owen voltea su rostro en mi dirección y una sonrisa se extiende por su rostro- no son de mi talla.
Frunzo el ceño y observo el objeto, abro mi boca y niego con la cabeza varias veces, escucho la puerta cerrarse, el espacio donde estaba Lisa esta vació, perfecto, ahora estoy sola con Owen y una caja de condones.
-¿Porque sacudes la cabeza en modo de negación?- levanta la caja y saca un envoltorio plateado de ella-¿Quieres asegurarte tu misma de mis palabras Doc?.
Trago saliva y lamo mis labios sintiéndolos demasiados secos en este momento, imágenes del sueño vienen a mi mente, sus manos bajo mi camisa y su lengua en mi cuello, el sentimiento de atracción que siento en este momento me trastorna, no aparta su mirada de mis rostro.
-¿Alguna vez dejas de coquetear?- pregunto, sigo afectada por la intensidad de sus ojos almendrados.
-No contigo-Mi pulso se vuelve caótico,siento que enrojezco como una niña pequeña, me siento como un sauna del calor que tengo.....
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QUARTERBACK
RomanceLa única cosa que Lena Peters siempre ha querido es cuidar y ofrecer su ayuda a las personas a través de su profesión, gracias a su dedicación logra convertirse en una prometedora doctora en el hospital center donde vive su sueño diariamente...