Alice estaba entre la espada y la pared, su mejor habilidad había sido destruida por su rival, quien estaba esperando su siguiente movida. El campo de batalla estaba en silencio, como si estuviera vacío.
- Magical Drain, ¿No? - Alice dijo entre dientes, aguantándose la risa de los nervios - Si eres tan buena contra la magia, ¡¿Qué te parece esto?!¡Spine Vines!
Del suelo germinaron enredaderas espinosas que se ataron a los pies y manos de Gracey, dejándola inmóvil.
- ¿Pero qué? - se quejaba Gracey, forcejeando para liberarse - eso no será suficiente - soportó el dolor de las espinas y cortó las lianas con su daga - ¡Ah!¿Ves?
- Hm hm... - rió Alice.
- ¿De qué te ries?
- Haz el favor de callarte.
Más lianas brotaron del suelo trenzándose para ser más resistentes y atándose nuevamente a las extremidades de Gracey y también cubrieron su boca. Las espinas penetraron fuertemente en su piel, hasta que no resistió más y soltó su daga, dejándola caer al suelo.
- ¡Ya es suficiente! - gritó Vatemi - ¡Gracey soltó su arma, no puede continuar!¡Alice es la ganadora de este último encuentro, por lo tanto asciende al segundo nivel!¡Gracey y los demás de primer grado comenzarán a asistir a clases el día de mañana! Mañana serán las peleas de segundo nivel, tómense el día libre, lo tienen bien merecido. Eso es todo de mi parte hoy. Me despido.
La presidenta desapareció en un parpadeo, todos comenzaron a salir de la arena.
- Disculpa, Gracey - dijo Alice mientras se arrodilló hacia el cuerpo de Gracey, lleno de cortes profundos y magulladuras - no quería requerir a eso. Healing Tear.
Alice soltó una lágrima en el pecho de Gracey y esta quedó completamente curada. Se sorprendió por su repentina curación. Se despidieron y Alice alcanzó a sus amigos que la esperaban en la puerta. Kenta tenía que atender algunos asuntos con su padre en el puerto así que dejó a Kaoru y a Alice solos. Estaban caminando en el parque privado de la academia, junto al atardecer lleno de bellos arreboles que inspiraban un sentimiento de calma; se sentaron en una banca para juntos mirar la puesta de sol y hablar.
- Extrañaba estos momentos, ¿Sabes? - dijo Alice tiernamente, acurrucándose en el hombro de Kaoru - te fuiste por mucho tiempo y me sentí muy sola...
- Lo sé - le respondió, abrazándola con un brazo - cada segundo lejos de casa parecía una eternidad, pero debía de irme.
- Nunca me dijiste por qué tuviste que irte.
- Tenía que alejarme del mundo, estaba escrito en mi destino que debía despejar mi mente de todo... - acarició la cabeza de Alice - hasta de mis seres queridos...
- Lo bueno es que ahora estas aquí... - dijo mientras observaban como el sol daba su último brillo antes de ocultarse tras el horizonte - Se hace tarde, Kaoru. Regresemos.
Ambos se levantaron de la banca, se despidieron con un abrazo y se fueron a sus respectivos dormitorios. Esa noche Kaoru no tuvo visitas extrañas, lo cual lo preocupó, pues temía más dormir que estar despierto.
Al día siguiente, cuándo el sol asomaba su corona por el horizonte oriental, Kaoru se despertó temprano para entrenar. El segundo nivel del evento empezaría en cuatro horas así que tenía tiempo. Decidió meditar en un rincón solitario del parque, donde nadie lo viera. Se sentó y cerró los ojos profundamente para concentrarse en su interior y alcanzar estabilidad espiritual; sin embargo...
- Despierto tan temprano, dragoncito? - el ente obscuro estaba bajo la sombra de un árbol - Deberías descansar para estar fuerte para el evento de hoy... - dijo dibujando una sonrisa sarcástica de oreja a oreja.
- ¿Dormir para que me atormenta con pesadillas? No, gracias.
- Hmm... - ahora estaba bajo otra sombra - Se un poco más respetuoso conmigo, muchacho. ¿No te bastaron esos tres años de adiestramiento? Además, casi todo tu poder viene de nuestro pacto.
- ¿Nuestro pacto? - dijo perdiendo la calma con tono exaltante - ¿Poseer a una cría de dragón cuando estaba recién nacida te parece un pacto?
- Aww... - dijo en tono burlón - ¿Todavía guardas rencor por el pasado?
- Si me lo recuerdas cada vez que duermo ¿Crees que lo olvidaré?
- Te quejas demasiado, no te enseñé Shadow Step ni te di mi hacha porque me agrades, niño. Te salvé de que murieras abandonado por una razón y no esperé setecientos años para que tu lo arruines - dijo exaltándose levemente - Así que apégate al plan, no hagas nada estúpido y todo saldrá bien para los dos.
- Ya déjame en paz - se oían pasos que venían hacia él - debes irte.
- Hablamos más tarde... - desapareció entre la sombra del árbol en el que se ocultaba.
- Oye, acaso eres... - dijo una voz femenina - ¿Kaoru?
- ¿Señorita Yuuki? - dijo al reconocer su voz - ¿Qué hace aquí?
- Suelo venir a este lugar para relajarme de mis deberes como investigadora en jefe del laboratorio de alquimia - dijo acercándose - Es bastante agotador.
- Ya me lo imagino, solo estando aquí puedo relajarme - le dijo firmemente, ocultando la verdad - supongo que ahora está libre.
- Sí, las primeras horas de la mañana estoy libre. Pero debo de estar en el laboratorio una hora antes de que empiece la jornada.
- Hablando del tiempo, todavía tengo que asistir al evento de selección de grado.
- Oh, entonces eso significa que no perdiste ayer. Felicitaciones.
- Gracias, señorita Yuuki. Ahora debo irme - se le acercó, se agachó y besó la mano de la princesa como símbolo de cortesía - fue agradable verla hoy.
- G-g-g - se sonrojó y el rosado de sus mejillas se hacía más notorio debido a su tez pálida - g-gracias. También fue bueno verte hoy, Kaoru.
Se despidieron, Kaoru fue directamente hacia la arena pero estaba muy lejos; se puso bajo la sombra de un árbol y desapareció, más adelante aparece en la sombra de un árbol al lado de la puerta principal de la arena. Estaba ansioso por ver que seguiría después.
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Deseo Perdido
FantastikEn un mundo en el que la magia y los espíritus existen, un joven soldado posee una importante misión encubierta: proteger a la princesa del reino. Para ello tendrá que pasar duras pruebas y pelear épicas batallas tanto con sus enemigos como con sus...