X - Incidente Fatal

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Kaoru estaba cansado, así que fue a su habitación para leer la carta que le había llegado. Era de un familiar muy querido, que vivía en la zona rural del reino en un pueblo del que Kaoru era terrateniente. La carta no estaba escrita en el idioma oficial del reino, el kreiniar, estaba escrita en el antiguo lenguaje drakkum de los dragones nativos antes que llegará la época de la civilización actual. Se hechó en su cama y se dispuso a leer la carta que traducida diría así.

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Décimo noveno día del primer mes del año 7341.

Para el terrateniente y general Hitsuki Drakkan Kaoru,

Saludos cordiales, su excelencia. Redacto esta misiva para reportarle que los metales necesarios para forjar los kroyrt que usted me solicita son abundantes, pero hay una especie de joya particular para fabricarlos que es excepcionalmente escasa, por lo que solo podré forjar unos pocos de ellos. Espero recibir pronto una respuesta suya para empezar a trabajar.

Por otro lado, el pueblo está bastante tranquilo a pesar de su ausencia y todos estamos a salvo gracias a que usted es un militar de altísimo rango. Mi hija está preocupada y no para de preguntarme por usted, debería volver alguna vez para tranquilizarla y escucharla.

Sin más que reportarle, general, me despido y le deseo buena suerte en su travesía por la vida.

Su tío,

Hitsuki Drakkan Vulcan

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Terminó de leer la misiva y se dispuso a escribirle una respuesta cuando escuchó golpes fuertes en su puerta.

- Pasa.

- ¡Por las diosas, Kaoru! - exclamó Kenta - ¡De lo que te perdiste!

- ¿Y ahora que hiciste? - preguntó Kaoru sacando un par de botellas de licor y ofreciéndole una a Kenta.

- Gracias - le dió un largo trago al licor - Ah... Después de curarme unos tipos de los años anteriores me dijeron lo genial que era y me invitaron a tomar y disfrutar al mejor burdel de la capital. ¡Fue lo mejor! - siguió tomando como si estuviera muriendo de sed.

- Parece que nunca te sacias... - Le dió un pequeño sorbo a la bebida.

- ¿Eh?~ *hip* ¿Qué pasa Kaoru? - se da cuenta de algo - ¡Cierto! ¿Por qué me dejaste ganar? ¡Ese no era el Kaoru de hace tres años!

- Ah... - se acabó la botella de un solo sorbo - pensé que te darías cuenta.

- ¿Qué pasa? Puedes decírmelo, somos amigos, ¿No?

- Supongo que te lo contaré. Sabes que pertenezco al ejército del reino de Leaften, así que hace tres años tuve que ir a una campaña de guerra como general primerizo. Después de un año ganamos la guerra y fui promovido a general superior. Decidí abandonar la ciudad y la civilización para poder reflexionar sobre mis aflicciones. De vez en cuando visitaba la aldea que tengo en mi cuidado para que se sientan protegidos pero estos dos últimos años los pasé prácticamente solo. Luego, al volver al ejército, la reina me llamó a mi personalmente para una misión de guardia. Se me asignó proteger a una noble del reino vecino, pues es la portadora de un poder preciado para el actual rey. Este es un asunto que solo yo, la reina y algunos nobles más saben. Por eso te dejé ganar, pues si ganaba yo toda la atención se iría a mí y no podría cumplir con mi misión.

- Wow... No tenía idea... - Mira la botella vacía en sus manos - ¿Bebemos otra ronda?

Esta noche Kenta se había ido temprano a su habitación pues al día siguiente empezaban las clases para todos los nuevos ingresantes. Todavía había algo que preocupaba a Kaoru. Ya habían pasado tres días desde que escuchó sobre las medidas drásticas que tomaría el nuevo rey para deshacerse de quien poseía el poder del antiguo monarca y aún no pasaba nada.

Ya era un nuevo día, amanecía pacíficamente y el sol celeste y pleno comenzaba a iluminar el horizonte. Los ingresados fueron designados a salones específicos según sus habilidades y la recomendación de los profesores que estuvieron observando el torneo. Antes de que los alumnos ingresaran a sus aulas fueron convocados al auditorio principal. La presidenta se hizo presente en el estrado, hizo una reverencia, algunos le aplaudieron, luego empezó.

- Buenos días, alumnos. Es un placer tenerlos a todos los nuevos ingresados juntos. Tengo que felicitarlos debidamente por su esfuerzo y ... - siguió hablando por casi cinco minutos.

Estaban Kenta y Kaoru uno al lado del otro escuchando el discurso, junto a Alice y Saki. Pero la felicidad del momento fue perturbada.

- Y sin nada más que decir... - Vatemi es interrumpida por el sonido de una explosión - ¿Qué fue eso? ¡Vhall! - un espíritu murciélago apareció en el hombro de la presidenta - ¡Ve a ver qué sucede! ¡Todos los presentes, conserven la calma y evacúen el edificio! ¡Los alumnos de tercer nivel y profesores, reúnanse y defiendan a los de niveles inferio-!

Por una de las puertas de evacuación se oyó una explosión y gritos de gente desesperada que huía, los gritos de algunos dejaban de oírse. Kaoru y Kenta fueron hacia allí. Encontraron cadáveres de los estudiantes, algunos nuevos, otros antiguos. Al ver esto se enfurecieron y comenzaron a buscar al responsable. Era lo que temía Kaoru, un ataque terrorista "anónimo" contra la academia para capturar a Yuuki. Al ver a Yuuki ayudando en la evacuación en el otro extremo del edificio Kaoru se vio más tranquilo y se dispuso a eliminar a los terroristas. Estaban los de tercer nivel luchando contra asesinos profesionales, terroristas de primera, estaban bastante igualados pero la balanza se comenzó a inclinarse levemente hacia los terroristas. Fue cuando de un momento a otro...

- ¡Alice, cúbreme! - Kaoru corrió hacia donde estaba el aparente líder de los terroristas.

- ¡Entendido!

- ¡General Kaoru! - Saki se interpuso entre Kaoru y una flecha mágica enemiga, ella salió ilesa - ¡Tenga cuidado, los dragones rojos no son tan resistentes!

- Gracias, me salvaste.

- No se preocupe, concéntrese en la bata---

El núcleo de Saki fue brutalmente atravesado por un taladro mágico terrorista, su mirada se perdió en un instante, de la perforación comenzó a brotar flujo de electrones sin parar, disipándose éste en el aire. El terrorista del taladro luego lo apuntó hacia Kaoru, pero antes que fijara la mira, Kaoru ya le había cortado la cabeza. Estaba atónito, fuera de sus cabales. Sus ojos no reflejaban ni el más mínimo signo de cordura, su rostro estaba relajado pero su cuerpo se movía velozmente, asesinando súbitamente a cada terrorista que se le cruzara. Ese era un lado de Kaoru que muy pocos habían visto en el campo de batalla. Los terroristas, al ver que estaban en desventaja huyeron. Kaoru logró contenerse y volver en sí. Cayó de rodillas y de sus ojos dorados corrieron lágrimas carmesí como los ríos de sangre que dejaba correr en las guerras en las que combatía. Ese día fue funesto para todos los presentes.

Al día siguiente, Kaoru se quedó solo velando el cuerpo de Saki. Se acercó al pedestal donde estaba el cadáver y lo observó de cerca.

- Coronel Saki - hizo un saludo militar - Cumplió con su deber como soldado, el reino le agradece su valiente sacrificio - bajó su brazo y lo puso en el cuerno central de Saki - Ahora... Con el poder que me ha conferido el destino, le pido prestado su poder espiritual para cumplir con mis propósitos... Mortem Avaritia...

Kaoru fue a su habitación después de despedir a Saki. Se hechó en su cama, levantó su mano y la miró; luego dijo para sí:

- Surface Mining, ¿No? - en su mano aparecieron pequeños brotes de mineral - No debe ser tan dificil mejorar esta habilidad, después de todo Saki parecía dominarla. Mejor dejo el tema para luego... A este paso tendré que perder a muchas personas para conseguir mi objetivo... Creo que iré al cuertel general para reportar lo sucedido ayer con más detalle...

Desapareció entre las sombras de su habitación y no volvió a aparecer por la academia hasta la mañana siguiente...

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⏰ Last updated: Aug 26, 2018 ⏰

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