| Capítulo 04 |

767 78 15
                                    

—Tu estúpido novio no come.

El ojiverde salió de la habitación lanzando la bandeja de comida en el escritorio donde Thomas se encontraba leyendo.

—No se que le pasa.

Claro que lo sabía, a él también lo había devastado saber que había desarrollado un sentimiento hacia otra persona, y que, a pesar de eso, debía lastimar a esa persona.

—No soy idiota -Thomas lo miró confundido -Se que Brodie sabe quién eres tu y por eso no quieres entrar a verlo, excepto claro cuando escuchas que me saca de mis casillas por no contestar. Cuando lo he golpeado un par de veces. Está preguntando todo el día por ti.

—¿Por mi?

Tenía los ojos abiertos como platos, no se imaginaba que querría volver a verlo después de haberlo tratado como lo hizo.

—Pregunta siempre por Thomas, ese eres tu, ¿No es la verdad?

La emoción desapareció de sus ojos y volvió a la lectura. En teoría debía ser feliz por que lo recordara, pero de alguna manera, sentía celos de sí mismo.

—No, el Thomas que conoce esta comprometido con alguien muy parecido a ti. Al menos eso es lo que él piensa.

—¿Qué?

—No tenía opción, escucho mi voz y...

—¡¿Escuchó tu voz?! -interrumpió- Siempre que entras a esa maldita caja negra cambias tu voz, incluso cuando estamos tu y yo solos.

—Edward...-ignoró por completo sus palabras - ¿Crees en el amor a primera vista?

—No creo en el amor, punto. Tu tampoco creías, ¿Que cambió en ti? -el castaño se limitó a mirar la entrada a la habitación donde se encontraba su ángel -Debes estar bromeando.

—No, Ed, no bromeo.

—¡Lo conociste tres putas horas!

—No es verdad -al fin lo volteó a ver- A diferencia de él, yo si lo conocí. Se donde creció, como creció, quien lo educó, todo. En cuanto lo vi supe que no quería hacerle daño. Por eso tardé tanto en acercarme a él.

—No lo conoces a él. Conocer su vida es completamente diferente.

—Si las cosas se hubieran dado diferentes... Se que lo habría hecho.

—Bueno, en todo caso ya lo hiciste, te recordará siempre como el secuestrador maldito que lo tuvo encerrado veinte días.

—Iré a verlo.

Se levantó y se dispuso a entrar al cuarto.

—Thomas -lo tomó del brazo impidiendo que siguiera caminando. Su tono, al igual que su rostro se tensaron -Piensa que si te reconoce, sabrá a quien entregar a las autoridades.

—Estoy consciente de eso.

—¿Vas a arriesgar todo por ese hijo de papi?

—Si.

—¡¿Por que haces esto, Thomas?! -el mas alto estaba gritando y le molestaba que un desconocido estuviera cambiando a su mejor amigo -¡¿Por que eres tan egoísta?! ¡Eres tan estúpido que no ves que me vas a hundir a mí también! ¡Yo, que soy tu mejor amigo desde hace años! -El ojiverde sólo lo miraba con paciencia -¡Deja de actuar como si no te importara!

—Si me importa, Edward -su tono era mucho más moderado-Pero esto es asunto mío. No te metas, por favor.

—¡Me vas a hundir a mi!

Estocolmo [Newtmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora