Capítulo 14 - Una desastrosa pequeña cita

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Con Ian y Mark nos alejamos del lugar de encuentro de los animales. Noto que Ian tiene problemas al respirar y no sé cómo ayudarlo. Hablar las cosas nunca ha sido un fuerte mío.

—¿Estás seguro que escuchaste bien lo que decían aquellos hombres? —le pregunta Mark a Ian mientras movemos nuestras motocicletas con lentitud, caminando por la carretera.

—Claro que sí —dice Ian cabreado —¿Qué voy a hacer? ¿Cómo se supone que le plantearé toda esta situación a Jersey? No quiero que se enferme.

—Jersey es más fuerte de lo que crees —Digo asintiendo —Quizás podrías simplemente decirle lo que escuchaste, tratar de dialogar con él y que Jersey vea si tiene sentido o no lo que piensas.

—El problema aquí no es Jersey —dice Mark —Es su hermano, Jersey tendría que decirle a Franco que en realidad él tampoco es hijo de quien cree que lo es.

—Si no de alguien peor.

—No creo que Jersey se tome muy bien lo de ser hijo del jefe de los animales —agrega Ian de forma pensativa —Eso significaría que todo el horror del año pasado, todos los insultos y amenazas fueron causados por su tío.

—Y ahora su Padre los está buscando —digo —Mierda, esto es demasiado horroroso —Ian solo asiente en silencio a lo que digo y luego seguimos caminando por la carretera.

Una vez que llega el momento de separarnos, Ian es el primero en desaparecer y me dice que mañana por la noche tratará de hablar con Jersey. Nosotros con Mark asentimos de forma resignada y seguimos nuestro camino.

Cuando casi yo ya estoy por irme, Mark me sonríe de forma nerviosa y balbucea un poco.

—¿Tienes alguna enfermedad mental o qué? —pregunto.

—Estoy... estoy tratando de... —Mark sacude un poco su cabeza y luego sonríe —¿Quieres salir conmigo? Mañana no puedo puesto que mi Madre trabaja en la noche en el restaurant y yo debo quedarme con mis hermanos.

—¿Pasado mañana entonces?

—Emm... si.

—Claro, no tengo problema... en realidad. Me encantaría —Me detengo ya que es hora de que me despida de Mark. Una vez que él asiente como agradecimiento al yo haber aceptado su propuesta, me acerco y le beso la mejilla con una sonrisa —Nos vemos, bonito.

—Adiós —dice él avergonzado. Finalmente nos separamos y me subo en mi motocicleta para llegar pronto a casa.

Trato de entrar sin hacer ruido alguno ya que mis abuelos deben estar durmiendo, paso desapercibido pero mi perrita Luna comienza a ladrarme y a saltarme encima, rodeo la mirada y la levanto, le hago algunas caricias en su estomago mientras camino a mi cuarto y me encierro allí sin haber despertado a alguien.

Luna duerme en mi alfombra café y yo trato de cerrar los ojos, pero el tema de Jersey no me deja descansar mucho. ¿Hijo del jefe de los animales? Si así fuera, no sé realmente como serían las cosas. ¿Será que Jersey y Franco se acercarán a él? ¿El jefe de verdad quiere estar con sus hijos desconocidos? ¡Qué misterio! Y pobre de Ian, decirle algo así a su chico no debe ser una tarea muy fácil.

Termino durmiéndome casi a las 3 de la mañana pero mi despertador suena temprano y cansado debo ir a trabajar.

Odio el supermercado, pero es mucho mejor trabajar dentro del supermercado antes que robando desde afuera. Además a veces Mark se me cruza por los pasillos y le robo besos en la mejilla, sé que las cámaras de seguridad nos están viendo pero parece no importarle a él.

Sobre La Motocicleta; Sin MiedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora