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Los días pasaban y ambas amigas disminuyeron sus peleas aún que siguiera habiendo algunas. Sakurako por otra parte estaba teniendo constantes mareos y hasta haber llegado a vomitar, sus hermanas le dijeron que fuera al médico pero ella al parecer era demasiado terca para ir y hacerles caso. Ahora nos encontramos en un pleno lunes, en casa de Sakurako, donde se encontraban las dos chicas acompañadas de Akari y Chinatsu, que hablaban sobre el fin de semana.

Y es por eso qu--- – la de pelo castaño claro dejó de hablar al sentir unas terribles náuseas, saliendo del salón casi al instante.

Iré a ver que le pasa, esperen aquí ahora vuelvo – Himawari les dijo eso antes de irse dirección a Sakurako, dejando a sus dos amigas confundidas.

La de pelo azul empezó a buscar a su amiga de la infancia hasta que logró escuchar sonidos de vómitos en el baño de aquella casa.

¿Sakurako estás bien? – le preguntó preocupada a aquella chica que se encontraba vomitando mientras se agachaba tocándole la espalda.

T-tú que crees. . . – dijo irónicamente para luego tirar de aquella cadena e ir hacia el lavabo para limpiarse la cara.

Si te encuentras mal deberías ir al médico – Himawari estaba muy preocupada por ella, sus mareos constantes estaban presentes de hace ya unos días.

Ya te dije que no iría a ningún médico – la respuesta de Sakurako era la misma que siempre y Himawari ya se estaba cansando de verla así.

Haré que vayas con migo sí o sí

Haz lo que quieras yo no iré – después de decir aquello salió del cuarto de baño sin agregar nada más siendo seguida por Himawari.

¡Sakurako! – Himawari la seguía mientras le insistía.

¡Ya déjame estúpida! – Sakurako se giró viendo como Himawari se acercaba velozmente hacia ella acorralándola en la pared. – ¿¡¿Q-Qué haces?!?

Sabes lo mucho que me preocupo por ti, aun que muchas veces nos peleamos yo me siento mal, no quiero discutir con tigo p-porque. . . – ella no podía acabar aquella frase, le daba demasiada vergüenza y no quería espantar a Sakurako.

Y-ya suéltame. . . – Sakurako apartó la mirada nerviosa por la cercanía en ambas.

Mañana iremos al médico quieras o no – Himawari al parecer ganó la batalla para así por fin saber lo que le pasaba a Sakurako estos días.

L-lo que tu digas, ahora apártate – le dio un leve empujón a Himawari mientras que volvía con las dos chicas que estaban en el salón.

Himawari solo pudo verla mientras sonreía ya que al fin lo había conseguido.

°Lo que nos unió° [SakuHima] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora