°Lo que nos unió° [SakuHima] (PAUSADA)

[6]

Después de aquella conversación la tarde pasó normal con risas y experiencias graciosas de lo ocurrido en la fiesta de graduación. Después de aproximadamente una hora las tres chicas tuvieron que irse a sus hogares quedando sola Sakurako.

Cuando al fin quedó sola fue corriendo hacia su portátil mientras entraba al buscador de Google buscarndo todos sus síntomas para así no ir al médico con Himawari, la castaña no paraba de buscar cuando se dio cuenta de las tres opciones más frecuentes que le daba el buscador.

- Vértigo. No llegaba a tener todos los síntomas.

- ¿Gastroenteritis? Ni siquiera sabía lo que era eso.

- Embarazo.

"¿Embarazo?" pensaba Sakurako, era algo imposible no tuvo ningún encuentro con nadie menos con. . . Sakurako sin poder creerlo cogió su cartera y su abrigo saliendo fuera de su hogar, pasaba las calles corriendo para que no fuera de noche cuando llegara ya que estaba anocheciendo, cuando al fin encontró la farmacia que le diría si su vida ya estaba arruinada. Se quedó un rato sin saber que hacer, entrar o no, pero no podía ignorar su curiosidad y entró en aquella farmacia.

– Buenas noches señorita ¿qué se le ofrece?  – preguntó la amable dependienta mirando a la menor.

– Buenas noches, m-me podría dar un t-test de  e-embarazo – la pequeña Sakurako estaba cabizbaja mirando sus zapatos con vergüenza.

– ¿U-un test de embarazo? – la dependienta le volvió a preguntar algo confundida por aquel pedido.

– S-si – la castaña cada vez estaba más nerviosa.

– Aquí tiene serán 10€ – le dijo la chica entregándole

– Muchas gracias – Sakurako pagó a la señorita para luego coger la bolsa y salir de la farmacia.

Al salir se quedó quieta apoyándose en la pared sosteniendo aquella bolsa de plástico, empezó a caminar a paso lento hacia su casa con unos cuantos temblores, aun con ese lento paso llegó dirigiéndose rápidamente hacia su habitación dejando confundidas a sus hermanas.

Sacó aquel aparato de la caja y se quedó mirando detenidamente aquel objeto observando cada detalle, la castaña tenía miedo eso no iba a negarlo,en su cabeza se encontraba una gran tormenta y no quería seguir, pero tenía que hacerlo y no echarse atrás. Tragó en seco cuando se dispuso a saber al fin si eso era la razón de todo.

-x-

"No puede pasarme esto a mí. . . Que hice mal Dios"

Sakurako observaba aquella prueba positiva, no podía estar pasando esto. Tiró lo más lejos que aquel aparato tirándose al suelo y casi al instante poniéndose a llorar a mares, Sakurako no sabía que hacer que decir, que le dirá a sus amigas a su familia. La pequeña estaba muy estresada mientras sollozaba para no llamar la atención de sus hermanas pero aunque intentara parar sus lágrimas era algo imposible y lo que le daba más miedo de todo. . .

¿Qué le dirá a Himawari?