Capitulo 5

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Sabado; 8.40am

La noche anterior no habia podido dormir mucho debido a que Kyle estuvo llamandome como un millon de veces y aun asi no le respondi, luego comenzo con los textos y todos decian lo mismo <Emma perdoname> <responde mis llamados, por favor> <debes creerme> ¿Creerle? ¿Creerle que cosa? ¿Que me trata por estupida? ¿Que dice extrañarme mientras se revuelca con aquella prostituta y yo llevo a su hijo en mi vientre? Perdoname tú, Kyle, porque yo no te creere ya nunca mas en la vida.
Desperte para ir al baño y cuando regrese al cuarto para dormir un poco mas, sono mi movil mostrandome un texto de Sarah ¡No puede ser! ¡Que emocion! Hace tiempo no se nada de ella.
Sarah Miller: habiamos sido compañeras en el jardin de niños, luego se mudó a Nueva York al entrar en el colegio y se regresó aqui para hacer los ultimos dos años de la preparatoria, y perdimos contacto nuevamente cuando yo me fui a la Universidad de medicina... y ahora se encuentra aqui... enviandome un texto en el cual dice que se encuentra en la puerta de mi casa ¡Dios santo! De un salto sali de la cama, me cambié rapidamente y cepillando mi cabello un poco con mis dedos corri a la entrada.

-¡Sarah!- exclamé abrazandola

-¡Emma!- hizo igual -te he echado tanto de menos cariño-

-y yo a ti- sonrei -anda, pasa-

La hice pasar sin poder dejar de sonreir, cerre la puerta detras de ella y fuimos a la cocina para preparar el desayuno juntas ¡Esto es genial! Es justamente lo que necesitaba para dejar las preocupaciones atras y al fin sonreir una vez mas como lo solia hacer antes... sobre todo porque mi querida amiga no era como yo, ella solia encontrar una broma o chiste en lo mas minimo e insignificante, lo que menos puedas imaginarte ella lo hace un chiste. Y claro, como era de esperarse, hizo un escandalo enorme al decirle sobre mi embarazo -claro que para bien- solo le hacia falta brincar por las paredes y ya estaba completo.

-debemos comprarle muchas cosas- dijo sonriendo

-calma- rei -falta un poco para saber su sexo-

-cariño, hay cosas que no hace falta saber su sexo, puedes comprarle juguetes y el coche, e incluso la cuna- sugirió

Tú mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora