5. Excelente

952 131 14
                                    

Había dicho que el capítulo III sería el más corto del fic. Corrección, será este. Creí que sería más largo, pero como ya tengo la estructura divida, no quise tomar puntos de otro capítulo, sino acortaría el próximo en momentos importantes. Lamento mucho la tardanza. </3

Sé que tardar y traer algo tan corto, no es profesional, pero no se preocupen (ajá, siempre digo eso), trataré de terminar este fic en estas vacaciones.


CAPÍTULO V

Excelente

Me quedé en el suelo por horas; mirando a la nada. Escuchando a los autos pasar a la cercanía, y rodeado con mi propia sangre. Un anciano reprodujo música clásica cerca de donde me encontraba. Parecía una escena cómica de una película muy mala. Inhalé todo el aire posible, comenzando a toser después de todo eso, y apoyé mis manos en el suelo para tratar de levantarme. Bajé mi vista notando que me encontraba cubierto de vómito, polvo y sangre. Aún era de día, y no parecía que hubieran avanzado mucho las horas; me miré a mi mismo, asqueado por el mal olor y la apariencia tan asquerosa que tenía.

Cansado, suspiré y saqué mi sudadera de mi cuerpo, tratando de no manchar mi rostro. La camiseta negra que llevaba por debajo estaba también manchada, aunque no era tan notoria su suciedad. Apoyé mi peso de nuevo en mis manos y me puse de pie con la poca fuerza que me quedaba. Escuché un maullido detrás de mí, y levemente sobresaltado me giré para encontrarme de nuevo con Jiji. Esta vez no me sentía feliz de verle. Lo miré, con total indiferencia, y regresé a examinarme. Mis brazos estaban cubiertos por sangre seca, y mi rostro tenía la misma sensación, así que asimilé que estaba igual de manchado que mis brazos.

Me sentía demasiado cansado para llorar, así que simplemente traté de limpiar lo poco fresco que quedaba en el suelo de mi sangre con mi sudadera, y la lancé a uno de los basureros. Jiji volvió a maullar detrás de mí, queriendo llamar mi atención, pero simplemente continué mi camino. No me molesté en girarme. Busqué por los alrededores del largo callejón alguna llave de agua con la cual limpiarme, y detrás de lo que parecía ser un viejo edificio de departamentos encontré una de ellas. La abrí, esperando que comenzara a salir el agua, y aunque era poca, acuné mis manos para juntar un poco de ella y las tallé sobre mi rostro. Repetí el paso una y otra vez hasta que dejó de caer agua de color rojo.

Jiji maulló detrás de mí, y el agua que había logrado juntar la lancé hacia él, logrando hacerle retroceder. Seguí juntando agua y comencé a limpiar mis brazos. Sentí como pequeñas lágrimas recorrían mis mejillas, sintiéndome estúpido por estar enfermo. Negarlo sería tonto, e ignorarlo aún más. Estaba cansado de estarlo. Me sentía humillado por todo lo ocurrido en casa la noche anterior. Terminé de limpiarme y remojé un poco mi cabello y mi camiseta tratando de quitar el exceso de suciedad. Acuné un poco más de agua y comencé a beber como un loco; ni siquiera me había dado cuenta de cuán sediento me encontraba, y cuando logré saciarme, me puse de pie con un poco más de fuerzas.

Suspiré, y comencé a caminar de regreso a casa. Salí del callejón completamente desorientado. Miré en todas direcciones tratando de ubicarme, pero apenas y sabía dónde me encontraba. Recordé el camino por donde había corrido por detrás de Jiji y simplemente regresé por ahí. Traté de avanzar más rápido, pero realmente me encontraba agotado. Revisé mis bolsillos para buscar dinero, y entré a la primera tienda que encontré para comprar un pan y poder saciar mi estomago completamente vacío. En cuanto lo tuve en mi mano, y salí de la tienda, Jiji comenzó a maullar de nuevo detrás de mí, pero me sentía demasiado frustrado para darle un poco. Comí cada bocado del pan y, sintiéndome un poco culpable, simplemente dejé caer un tercio del pan en el suelo.

Save me || Osomatsu-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora