Entre el fuego y el hielo [Junjou Romántica & Yuri On Ice]

CAPÍTULO 6: TERMINA LA FIESTA PARTE 2

Aún en la fiesta, Yurio buscaba a Misaki sin encontrarle.
Le había dejado con Ijuuin-senpai hacía unos minutos, pero ahora no veía al castaño por ningún sitio.

Sin embargo, a quien sí encontró, fue a Ijuuin en los sofás, sosteniendo su copa en la mano, y con una sonrisa divertida en los labios. El rubio se acercó a él extrañado.

—¿Y Misaki? ¿No estaba contigo?— preguntó captando la atención del mayor.

—Acaba de irse entre los brazos de "Usagi-san". Creo que Misaki ha bebido demasiado— parecía decir esto último con diversión, como si se tratase de una broma interna que Yurio no lograba entender.

Pero si su amigo no estaba allí, entonces no había nada en Ijuuin que le interesase, así que simplemente se dio la vuelta, y se fue en busca de Victor y Yuuri para avisarles de que sus otros dos amigos ya habían abandonado la fiesta.

Yurio sonreía satisfactoriamente. En una sola noche, había conseguido que Akihiko se pusiera celoso, que se besase con Misaki, y además le llevase a casa sin ni siquiera acordarse de los demás.

—Esto va viento en popa— se felicitaba el rubio con una sonrisa de oreja a oreja.

En la barra estaban Yuuri y Victor, sentados en dos taburetes, uno muy cerca del otro.
Se notaba a la legua que la mirada de Victor iba más allá de la amistad.
Por su parte, Yuuri tenía las mejillas sonrojadas, seguramente por una combinación entre el alcohol, y las confianzas que Victor se tomaba.

—Dime, Yuuri, ¿en qué piensas cuando estás patinando?— el rostro de Victor se acercó más al del chico.

—Pues... Intento pensar en las cosas que me gustan. Mi familia, mis amigos, y... Bueno... Y...— a Yuuri se le notaba la vergüenza por todos los lados, y tragaba saliva con dificultad, sin que Victor apartase su mirada de él ni un segundo.

—¿En mí?— terminó su frase con una sonrisa encantadora. Pero lejos de confirmar esa pregunta, Yuuri se puso totalmente rojo, intentando negarlo, causando que Victor se riese— Qué tierno...— afirmó el mayor.

—Uuuuuy sí, qué tierno... Vomito arcoíris—exageró el rubio con un gesto nauseabundo— Bueno parejita, que Misaki y Usagi se han largado sin decir nada. Así, para que lo sepáis— les dijo Yurio poniéndose en medio de los dos para coger su copa de la barra— ¿Habéis visto el beso? Todo gracias a MI persona— Se echó todos los halagos a sí mismo.

—La verdad es que se te da bien hacer de Celestina. Podrías montar una agencia matrimonial. ¿Lo has pensado?— sugirió Victor bromeando con el chico.

—Mis servicios serían demasiado caros— le siguió la broma Yurio.

Entonces, Victor se dio cuenta de que, desde no muy lejos, un joven les observaba atentamente.
Se trataba de Otabek.
Yurio no se había percatado, pero el moreno llevaba sin apartar la mirada de él, desde que había llegado junto a ellos.

La verdad, es que se trataba de un hombre realmente atractivo, hasta a Victor se lo parecía.
Aunque estaba con su grupo de amigos, él destacaba entre ellos, con un aire algo misterioso y atrayente.
Pero los rumores que había oído sobre él, los cuales sabía bien que eran ciertos, no le hacían ni pizca de gracia, así que estaba decidido a apartar a su hermano pequeño de él, costase lo que costase.

—Yurio, vamos a bailar, venga. Hace mucho que no bailamos tú y yo solos— pidió el mayor sonriéndole a su hermano. El rubio se extrañó, y frunció el ceño.

—¿Que bailemos solos? ¿Qué dices?— pero Victor casi no le dio opción a decidir, pues ya le tenía cogido del brazo, y le arrastraba a la pista de baile.