CAPÍTULO 3: CELO

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Minseok se encontraba recostado en la cama, recargado contra la pared y con los pies sobre la espalda de Suho, quien se hallaba atravesado en el colchón mientras leía un libro.

Tao vio a su hermano mayor mientras aventaba palomitas al aire y las atrapaba con la boca. De vez en cuando, Suho estiraba su mano y Minseok, en silencio, ponía un puñado de palomitas en su palma extendida.

—Me muero de aburrimiento~

Se quejó el Omega. Tao lo miró, mientras se estiraba para agarrar un poco de palomitas también.

—Lee un libro —sugirió Suho, sin despegar la vista de su lectura.

Minseok bufó.

—Dije que estoy aburrido, no que deseo morir de aburrimiento.

Suho rio, sacudiendo sus hombros.

—Tú te lo pierdes.

Tao se hallaba sentado en una esquina libre del colchón, cuando sintió el celular a su lado vibrar sobre la cama.

Rápidamente se apresuró y lo tomó entre sus manos. La luz parpadeante indicaba un nuevo mensaje entrante.

Él sonrió, sabiendo de quién era.

Y cuando lo revisó, efectivamente el mensaje que había llegado era de "ella".

—Ya, Tao, deja de mensajearte con tu novia —soltó Chanyeol desde la cama de al lado, con la boca llena de palomitas y una enorme sonrisa traviesa en los labios.

Tao no sabía si era algo propio de los hermanos mayores el burlarse de los menores, pero al menos los suyos parecían pensarlo así.

Ellos siempre encontraban la forma de hacerlo molestar, aunque luego terminaban disculpándose.

Últimamente, el tema de conversación había sido este. Todo giraba en torno a ella.

—N-no es mi novia —dijo, sintiendo sus mejillas enrojecer.

Pensó en su hermoso rostro sonriente. Aquella Alfa era bella, sin lugar a dudas, pero no era eso lo que a Tao le interesaba... Aunque explicar eso a sus hermanos sería sumamente difícil.

—Ah, en serio, entonces ¿por qué te regaló un celular? —preguntó Minseok, con ese brillo maligno en sus ojos que Tao ya conocía. Nada bueno salía cuando Minseok lo miraba así.

—N-no lo hagas sonar así, Min. Ella solo tenía este viejo aparato que no usaba.

—Y te lo dio a ti —insistió Chanyeol.

—Bueno, sí, pero...

—Y además ella es tan hermosa~

Habló Suho, todavía leyendo.

—Ni siquiera la has visto —replicó Tao, frunciendo el ceño en su dirección.

Suho se encogió de hombros

—Eso dijo Chanyeol.

—Y es verdad—dijo el alto, tratando de no moverse demasiado para no despertar a Kyungsoo, quien usaba sus piernas como almohada.

Tao se sintió sonrojar aún más. Aunque en esta ocasión era de pura frustración.

—Argh, ¿cómo les hago entender que ella es una respetable mujer casada?

—Y con una hija —Le recordó Kyungsoo, quien al parecer no estaba dormido después de todo.

—Eso también —concordó—. Así que ya dejen el tema.

Y con eso se puso de pie, listo para salir huyendo de allí antes que una segunda tanda de bullying fraternal fuera dirigido a su persona.

Asegurándose de tomar el celular consigo, caminó hasta la puerta y salió, dejando a sus hermanos riendo detrás. Cuando la puerta estuvo cerrada, solo el silencio del pasillo lo recibió.

El Tratado《EXO》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora