Thin //Thorki AU//

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Thor Odinson no tenía la menor idea de cuando había comenzado a obsesionarse con su compañero de clase. Era curioso pues los dos años anteriores de instituto habían sido compañeros, más nunca se había tomado la molestia de notar la existencia de Loki en el aula. Fue como si de un momento a otro el azabache hubiese aparecido y robado toda su atención.

Lo había visto varias veces anteriormente, casi siempre utilizando ropa gruesa y caliente a pesar de que se encontraran en pleno verano, fumaba cigarrillo tras cigarrillo y parecía absorto de todo a su alrededor, pero como dije antes, a pesar de que el joven se cruzara en su campo visual, jamás lo vio realmente.

Quizá la primera vez que llamo su atención fue en la clase de cálculo del profesor Coulson, él se hallaba como siempre intentado entender el cómo y el porqué de ciertas formulas y maneras de llegar a los resultados, y de un momento a otro el profesor pareció escribir algo en la pizarra.

-Muy bien jóvenes, supongamos que queremos saber cuánto es diez millones setecientos cincuenta y tres más tres millones doscientos veintinueve mil seiscientos diez sobre veintinueve. Si bien podemos hacer una suma podemos llegar al mismo resul...

-ciento once mil setecientos treinta y seis puntos seiscientos cincuenta y cinco-Se escuchó murmurar al fondo del salón. Thor al igual que el resto del grupo se voltearon a ver al dueño de la respuesta casi inmediata de la operación. La sorpresa que expresaban los rostros no solo del alumnado si no que el profesor se vieron aún más potentes cuando comprobaron que en efecto ese era el resultado correcto. Fue la primera vez que Thor miro aquel rostro de mejillas hundidas y pómulos remarcados. A pesar de que Loki parecía alguien muy bueno para hacer cualquier tipo de operación mental también parecía de aquellos que prefería no llamar la atención y mucho menos mostrar sus habilidades.

Lo más probable es que ahí iniciara todo, fue como si después de esa clase Loki comenzara a aparecer en todos lados a los que se dirigía. Quiso creer que todo se trataba de una simple coincidencia y así funciono los primeros meses... Y cuando comenzó a trabajar en un pequeño restaurante/cafetería para poder cubrir sus gastos como estudiante no paso ni una semana cuando lo vio, ahí, sentado siempre en la misma mesa pegada al ventanal que daba a la calle. Siempre miraba con cierta inquietud la carta y constantemente lo veía anotando cosas en una libretilla pequeña de papel reciclado. Al final siempre ordenaba lo mismo.

Ensalada de pollo y té verde sin azúcar.

Por más que rebuscara en el menú, por más que los días y las semanas pasaran siempre era exactamente lo mismo.

Al igual que la ropa y el estilo que tenía. Usando aquella ropa enorme y abrigadora a pesar de que el cuerpo de Loki fuera en extremo pequeño. Thor lo atribuía a la cantidad de ropa y el grosor de esta, quizá las tonalidades de negro y verde— Este último no sabía que tono era exactamente así que había decidió llamarlo Verde Loki sin más— también influían en la extraña apariencia del joven.

Tan pequeño

Tan frágil.

Ese día ahí estaba de nuevo, sentado como siempre anotando con su bolígrafo negro que hacia resaltar la palidez de las largas y delgadas manos. Ya había estado los veinte minutos anteriores observando el menú con completo interés y hasta cierto punto le parecía adorable el empeño que ponía en leer cada letra — por más insignificante que fuera esta— como si de ello quizá le surgiera el deseo de cambiar su usual platillo. Thor acomodo su cabello dorado, anudo el mandil de color oscuro que llevaba encima y con cuidado tomo la charola que uno de sus compañeros acababa de colocarle al lado de la barra. Camino hacia el chico que estaba absorto en su propio mundo y sin más coloco el plato de cerámica blanca frente a él, y al lado la taza humeante del mismo color y material. El pulso del rubio se aceleró al ver como Loki levantaba la mirada hacia él y lo miraba con aquellas esmeraldas brillantes con el entre cejo levemente fruncido.