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Capítulo Primero: Nana.

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"Una Madre hace todo por un hijo, no importa el costo. Incluso un trato con el mismo Satán, porque un hijo es lo más preciado"

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Nana no podía hacer algo más que llorar, se sentía terrible.

Se odia a sí misma

Odia las decisiones que tomó en el paso que ahora cobraban como consecuencias.

Unas dolorosas consecuencias.

Derrumbada en el suelo limpia sus lágrimas, y sin éxito deja de sollozar.

Fingir ignorancia no fue la mejor elección.

Fingir ser ingenua y despistada tampoco.

A pesar de saber lo que hacía su marido, y en qué se involucraba se amado hijo no dijo ni objetó nada. Se quedó callada.

Y su mismo silencio se cobró la deuda.

Recargada en la puerta de su casa ahí en Namimori se levanta tambaleante.

Su sexto sentido le había dicho lo que sucedió, no tenían porqué decirle lo que pasó.

Su pequeño Tsu-kun no llegaría nunca más a casa.

No lo vería con una sonrisa tiene y cariñosa llegando a ella con los brazos abiertos diciendo "Tadaima Okā-chan, Gomen por tardar tanto", y tampoco ella diría su –ahora tan lejano– "Okaeri Tsu-kun, te estaba esperando"

Su hijo.

Su pequeño.

Su Tsu-kun.

Su todo.

En su mente vió a su hijo sonriéndole diciendo que todo estaría bien, que no se preocupara en vano, que el iría a visitarla como cada catorce de cada mes y se quedaría una temporada.

Pero su deseo no se cumpliría.

La realidad duele como lanzarse al vacío sin paracaídas y caer en la dura tierra.

—Mi Tsu-kun, Mamma verá la forma de volverte a ver.

Llámenla egoísta. Solo quiere ver a su hijo otra vez, tener la sensación cálida de su cielo.

Se ve al espejo del baño, sus cabellos y ojos perdieron brillo, su siempre apariencia juvenil había cambiado en esas tres horas, la noticia le había caído como los años.

Abre la llave de la bañera en agua helada, tiene que estar presentable para lo que haría en esa tarde.

Se coloca sus mejores ropas, se peina y maquilla, toma su bolso con algunas cosas necesarias, y se vuelve a mirar al espejo.

Apaga su celular.

Sale de su "cueva" y camina por las calles tan conocidas de Namimori, a cada paso que da, un tipo de le queda mirando, no es tan joven pero lo aparenta, había heredado la "juventud eterna" de su bisabuelo Nikiforov Yuuri.

Detiene su paso frente a una tienda de antigüedades, de ahí sale una joven que conoce muy bien con un traje blanco y un "repartidor" de Ramen.

La joven de ello rápido que va la ignora, Nana no puede estar más agradecida.

A paso decido entra escuchando como la campana hace eco y aparece un "joven" de cabellos blancos y lentes.

—¡Oh~!—lo oye exclamar—¿En qué puedo ayudarla?

La mirada divertida le hace querer dudar, pero el fuego en sus ojos –su voluntad– no se tuerce por nada.

—Buen día—los modales ante todo—Creo saber que usted ya sabe a qué vine.

El brillo de sus ojos confirmaron sus palabras.

—Lamento mucho su perdida, Tsunayoshi-kun me caía bien, fue un guardián del Triniset por parte de Volgola—por alguna razón "x" que ella muy bien conocía no le creyó nada a su gesto.

Nana torció su gesto, no le gustó que él le recordara a su hijo fallecido.

—Al grano—murmura molesta.

—Sepira me había dicho que algo como esto sucedería, pero no me imaginé que usted llegaría tan pronto—comenta—sus vicilnes nunca fueron tan claras como los de Uni-chan.

Nana se contuvo de rodar los ojos, ese tipo está alargando más su estadía ahí.

—Eso no es nada, desde ayer tengo todo listo—aplaude sin razón aparente.

Ella lo siguió hasta una puerta incrustada en la pared rodeada de cadenas con llamas negras y papeles con llamas cálidas, más una gran cantidad de llamas color índigo.

—Ojalá y no se arrepienta, Nana-san.

—Una Madre Nunca se arrepiente de amar a su hijo, y todas las acciones que conllevan a ello. CheckerFace, soy una Madre egoísta que quiere ver a su hijo, lo que haré está prohibido y usted bien lo sabe, pero mi Tsu-kun vale todo los esfuerzos del mundo, incluso mi propia vida—aclara con una sonrisa.

El "joven" extiende su sonrisa, sabiendo que solo él y ella sabrían lo que pasaría a continuación.

Los ojos fieros, decididos y llenos de determinación fueron suficientes para que el albino tomará la decisión de hacer aquel viaje.

—Valla con cuidado, Nana-san y no se olvide de las consecuencias de esta decisión.

—No lo haré, y Gracias por esta oportunidad

—No me dé las gracias, Nana-san.

Una vez cruzó aquella puerta, CheckerFace observa como todo a su alrededor de comienza a desmoronar, a deshacerse y desaparecer lentamente.

Una nueva historia había comenzado y todo por un deseo egoísta de una Madre amorosa.






























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Ya sé que debería estar con mis otras historias pero....no pude evitar pensar en esta.

Nana es uno de mis personajes favoritos de KHR.

Ella es una de los protagonistas de aquí.

Ella se lo merece.

Uno de los Shipp es....SueloxTsuna ¿Alguien más shippea a esta pareja tan amorosa?

Tsuna y suelo-chan se aman admitamoslo.

Bien esto es todo.

By: Lizisi

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