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Nana observa como su hijo está triste y toma su jugo observando por la ventana de la sala.

—No te preocupes Tsu-kun, Lizisi-chan estará bien.

—Pero Mamma.

—Tsu-kun, solo se fue a estudiar a Osaka.

El niño asiente, pero su amigo Takeshi lo anima con ir al arcade para jugar en las maquinitas e incluso ir al karaoke, ya sabe que su amigo tiene un voz espectacular, dejó a Nana sola en la casa.

Algo cansada va a su vitrina quiere tomar algo fuerte, para su suerte. No tiene nada.

Tiene que ir a comprar, toma su bolso de su habitación y se alista, unos pesqueros de un tono azul claro, una blusa de un tono naranjo pastel, y al bajar se pones sus zapatos color beige que tanto le gustan, mira bien si guarda su celular que por si alguna cosa sucede ella lo atiende.

Camina con algo de rapidez hacía el super más cercano, saluda a las personas de camino, ellos las conocen como una mujer ejemplar una perfecta Yamato Nadeshiko de cabello corto.

Toma una canasta al llegar al súper, la música que se escucha por las bocinas es pegadiza y contonea sus caderas al ritmo mientras la tararea, esa acción llama la atención de los hombres que se encuentran comprando.

Llega a la sección del Alcohol, toma dos botellas de Whisky y cuando iba a tomar la última de Brandy su mano choca con otra, una masculina y con cicatrices.

—Oh, Disculpe—dicen ambos, Nana alza la mirada, el hombre le lleva por lo menos una o dos cabezas de alto, tanto como su Marido, no, Su ex-Marido, no se arrepiente de enviarle los papeles de divorcio hasta Italia.

—Creo que debe tomarla usted—le dijo aquel hombre, Nana no sabe de dónde lo ha visto antes.

—No, mejor Usted. Yo creo que han sido suficientes botellas, y creo que iré a pagar, que tenga lindo día.

Nana dió la vuelta con la canasta yendo directo a pagar dejando al hombre verla.

—No creo que sea más lindo que usted—susurra a nadie en específico.

Ya de camino a casa se encuentra con Sakurai, ambas se detienen en el parque.

—¿Quieres un helado, Sakurai-chan?—le dice sonriente, ella enserio quiere uno por el calor que hace.

—No, Gracias Nanami-chan.

—Bueno, entonces te encargo las cosas, iré yo por uno.

Le guiña el ojo a la risueña de Kurokawa, el heladero no está a más de ocho metros por lo que camina. Pero como si la casualidad, choca con el mismo hombre el super.

—Perdón, ¡Oh! Es usted.

—Es una casualidad volver a verla.

—...—Nana le sonrió.

—Soy Lancia, ¿Con quién tengo el gusto, bella dama?—por inercia, ella se sonroja.

—Zegel Nanami.

Sakurai al ver que Nana se había tardado, solo giró para verla platicando muy cómoda con un extraño, cree que hasta se le olvidó el calor.

—¿Eh? ¿Zia Sakurai?

Ella voltea y ve a Tsunayoshi con Takeshi, Tsuna trae un león de peluche y Takeshi una golondrina ni decir de qué Tsuna tenía una palomita de maíz en el cabello o que Yamamoto traía algodón de azúcar color rosa en el mismo.

—Se divirtieron—ríe ayudandoles a limpiarse.

—Si, fuimos al arcade, al karaoke y al parque de diversiones, hubiera visto Tía Sakurai, ¡Tsuna le tiene miedo al carrusel!

—¡Takeshi!—chilla Tsuna indignado.

—Ma, Ma, Ma –Takeshi calla al ver a su Tía Nana platicando con un desconocido que tiene pinta de Yakuza y tiene un arma en la parte trasera del pantalón, bueno el es muy bueno observando

Tsuna nota el cambio de su mejor amigo [hermano], cambio a su modo asesino (según él) su mirada se afila y se vuelve peligrosa, desprende un aura para nada amigable e incluso saca un bat de no-sé-dónde y tiene miedo de preguntar ¿De donde los saca? Igual con Hibari-san ¿De dónde saca tantas tonfas? ¿Tendrá un bolso mágico infinito de Tonfas en su chaqueta escolar?

Ni idea.

Pero fija su mirada en la dirección por donde mira, y ve a su Madre con ese extraño, su sexo sentido [Híper Intuición] le dice que no es peligroso por el momento y no busca hacerle daño a su amada madre por lo que lo deja pasar, calma a Takeshi poniendo su mano en su hombro.






















































By: Lizisi

Mi Tsu-kunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora