Mi Tsu-kun

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—Tsu-kun, el es Reborn-kun, tu nuevo tutor.

Tsuna miró al pequeño mafioso con el seño fruncido.

—Pero no necesito un Tutor, mis calificaciones son normales y llevo un A+ en deportes.

Nana miró a su hijo con una leve sonrisa antes de mirar a Reborn asintiendo para que le contara sobre Vongola y su linaje directo.

Con pasos lentos fue a la cocina y se recargó en la barra antes de suspirar con un matiz de preocupación.

De reojo observó cómo su hijo daba un gritillo y corría en su dirección, la miró a sus ojos pidiendo explicaciones o que le dijera que era mentira.

—Tsu-kun...—se acercó acunando su rostro y acarició levemente su mejilla—Todo lo que Reborn-kun te dijo, lamentablemente es verdad. Sochi, yo supe y tú futuro es incierto pero no te preocupes Okā-chan te apoya.

—¡Pero es la Mafia!

—Y eso qué... sé que tú serás un gran jefe ¿y, sabes porque?

—No, Mamma. ¿Porque?—se recargó en más en la mano de su mamá.

—Es Obvio Tsu-kun, porque eres mi hijo.

Reborn grabó ese momento con León, puede que en un futuro sirva de chantaje o para aclarar unas ideas en su Dame-Estudiante.

—Bien Dame-Tsuna, Mañana empezaremos con tu entrenamiento. Has tu trabajo en lo que yo hablo con Mamma.

Cuando Tsuna subió Reborn disparó a la pared y niebla empezó a verse junto a la silueta de Kawahira.

—Kawahira, ¿Qué haces aquí? ¿No debías estar en tu tienda?

Él se acercó con esa sonrisa leve que le caracteriza y se posó a su lado.

—Si, me preocupé al ver a Hitman-san entrar a tu hogar, así que vine.

Reborn sintió extraño al verle, tenía algo en su aura que se le hacía tan familiar.

—Pero veo que no te hará nada Nana, así que me iré. Nos vemos después.

Acarició su mejilla antes de salir por la puerta, Nana le iba a detener pero se contuvo y miró a Reborn.

Los siguientes días fueron como ella recordaba, con la excepción de que tenía dos gemelos a los que cuidar.

Gokudera-kun fue el primero en llegar, tenía esa sonrisa triste que pronto se convertía en alegría verdadera, al no tener Cariño de madre, ella claramente se lo ofreció.

—Mamma, ni crees que Gokudera-kun quiera vivir con nosotros, podemos compartir habitación

Tsuna estaba acostado en el sillón mientras leía un libro de matemáticas, Reborn estaba en quién sabe dónde.

—Si tu quieres, tu habitación es muy grande.

Le acarició su melena antigravedad.

Lambo había llegado hasta hace dos días y estaba comiendo dulces de uva en la habitación.

—Como sea cariño, ¿Kyoya-kun vendrá a cenar está noche?

Vió como se estremeció al mencionarlo, parecía un poco reacio como siempre que hablaba de Hibari.

—No, aún estoy enojado con él. Cómo se atreve a mandar a Kusakabe-kun para decir que no. ¡Y todavía me Muerde hasta la muerte! ¡Maldito Friki del Kamikorosou!

Nana río.

—Eres su amigo, debes soportarlo.

—Lo hago. ¿Hoy iremos al campo de tiro? Quiero por lo menos hacerle un hueco a la cabeza de la figura de metal ¡Es más! Vamos ahorita, ya estoy listo solo me pongo mis tenis.